En la sesión 26 del Consejo de Usuarios Ferroviarios de Alcance Nacional, representantes de la línea 1 señalaron que la implementación del Plan CITRA (Control Inteligente de Tarjetas con Recargas Anómalas) ayudará a reducir el problema de la adulteración de tarjetas y reventa de pasajes que, no solo perjudica al Estado, sino también pone en peligro la seguridad de los usuarios.

Este sistema opera de manera paralela al control de pasajeros existente (torniquetes) y consta de circulinas de alarma que se encienden en caso de detectarse recargas anómalas en las tarjetas utilizadas por los usuarios, alertando así a los policías ferroviarios destacados en cada estación del Metro y al personal de la concesionaria.

Los representantes de la línea 1 indicaron que el sistema ya se encuentra funcionando en la estación Caja de Agua (San Juan de Lurigancho) donde “ha tenido un impacto positivo y disuasivo”, pues redujo considerablemente las transacciones hechas con tarjetas anómalas.

“Antes de la prueba piloto (marzo-junio) se registraban 6 % y 7 % de transacciones con este tipo de tarjetas, en la fase de prueba se redujo a 0,3 %; mientras que en la etapa de implementación volvió a subir a 3,8 %. Ahora, los reportes de julio y agosto indican 0,2 % de transacciones realizadas con tarjetas anómalas”, refirieron.

Informaron que a fines de noviembre otras seis estaciones contarán con el sistema operativo. Estas son Bayóvar (actualmente en marcha blanca), Atocongo, Villa El Salvador, La Cultura, Gamarra y Miguel Grau. Todas fueron elegidas por registrar mayor número de incidentes con este tipo de tarjetas. Por último, aclararon que este plan no es la respuesta definitiva al problema de la adulteración de tarjetas, sino una temporal.

“La solución es renovar todo el sistema de control de pasajeros para que se pueda emplear tarjetas de mayor protección a propósito de llevar un mejor control de las transacciones de los usuarios en las estaciones”, enfatizaron.