Los primeros días de las nuevas gestiones municipales han sido marcados por declaraciones de burgomaestres sobre obras a hacerse en sus respectivos distritos, algunos de ellos causando polémica y generando opiniones difundidas en los medios.

Como institución dedicada a la mejora constante del habitar en la ciudad de Lima y su región, el CAP –  Regional Lima, considera imprescindible velar por la protección del espacio público y el respeto del planeamiento urbano como acciones fundamentales que las nuevas gestiones deben de defender y promover.

Esto ha sido señalado en la iniciativa que presentó el CAP – RL “Lima la Impostergable”, una hoja de ruta para la gestión 2023-2026, elaborada en conjunto con un grupo de expertos en los temas de urbanismo, planeamiento, arquitectura, medio ambiente, ecología, comercio, desarrollo inmobiliario y políticas públicas.

En los últimos 30 años hemos asistido a la “privatización” del espacio público: calles cerradas con rejas, parques con entrada pagada, jardines públicos “solo para mirar” o, peor aún, áreas originalmente destinadas a parques que terminan siendo construidas con propuestas que no obedecen a ninguna necesidad planificada. Estas medidas, no solo han sido ineficaces para disminuir la sensación de inseguridad que padecemos los limeños, sino que nos ha llevado a que 4 millones de personas vivan en barrios sin acceso a áreas verdes, y que nuestra ciudad sea la que peor calidad del aire tiene en Latinoamérica, según el índice Air Quality Life Index (AQLI, 2021).

El proyecto de convertir el espacio público de Agua Dulce en Chorrillos en un centro comercial no responde a ningún criterio técnico de vialidad, seguridad, medioambiente y de planeamiento, agravando la crisis de espacios verdes y espacios públicos que sufre Lima. El pretendido proyecto aliena el espacio ciudadano a una actividad con fines comerciales en un lugar con una vocación recreativa, aumenta la afluencia en un punto altamente vulnerable, colapsado en términos de tráfico y afluencia, además de contravenir el plan y la normativa vigente de la Autoridad del Proyecto Costa Verde.

El anuncio de la paralización de la obra (ya iniciada) que transformaría el complejo deportivo Niño Héroe Manuel Bonilla en un gran parque público arborizado de 12,000 m2, manteniendo la infraestructura deportiva, va en el mismo sentido. La propuesta de transformar el parque en un “centro de convenciones” (más construcciones sobre áreas verdes) anula la posibilidad de terminar el extremo norte del parque-malecón que configura el borde marino de todo el distrito. Por otro lado, la propuesta carece de sustento alguno en cuanto a su utilidad y rentabilidad. El Centro de Convenciones de Lima – LCC en San Borja, por ejemplo, alcanza apenas el 30% de su capacidad operativa (Diario Gestión, 16/07/2019).

Estos anuncios contrastan con otras nuevas administraciones municipales que han anunciado defender las áreas verdes y acrecentar la cantidad y calidad de los espacios de uso ciudadano.

Nuestra institución, hace un llamado a las nuevas gestiones municipales para que reevalúen las propuestas que van en contra de una ciudad más inclusiva, más segura, más verde, y amigable con los ciudadanos, y se ofrece colaborar con ellas y apoyarlas en planteamientos que vayan en este sentido.