Luis Miguel Incháustegui Zevallos
Ex ministro de Energía y Minas
Eso podría ser posible si ponemos al centro al desarrollo territorial e impulsamos el Valor Compartido
En los últimos meses se está reflexionando en torno así es necesario realizar una modificación al régimen tributario minero, el argumento que algunas autoridades indican es que las grandes necesidades que existen en torno al sector educación y salud en el Perú y en especial, en las regiones donde hay actividad minera es grande y por eso, se requiere incrementar los impuestos para que con esos nuevos ingresos se pueda atender las grandes necesidades que existen.
Por el lado de las empresas mineras, la respuesta ha sido muy clara, estas empresas en los últimos años han realizado grandes aportes y han pago sus impuestos los cuales son trasladados a las regiones, pero estas no ejecutan el 100%, un dato que confirma esto es que durante el 2011 al 2020 se ha transferido en canon y regalías S/40,000 millones y la ejecución de los gobiernos regionales y municipalidades han estado alrededor del 60%. Entonces lo que es evidente para todos es que lo que falta es una mejor ejecución de los recursos que son transferidos, si eso no se resuelve, se podrá incrementar los recursos mediante el incremento de los impuestos pero si no existe una mejor capacidad técnica para ejecutarlo, se seguirá generando la misma frustración que se esta generando en los últimos 20 años y el dinero se acumulará y las brechas sociales no se eliminarán.
Desde la creación del canon minero (50% del impuesto a la renta) el gran objetivo de este ha sido que lo se recauda sirva para que las localidades en donde se encuentra la actividad minera puedan mejorar su calidad de vida, si eso no se da, es mas que seguro que la situación seguirá igual o peor. No es posible que una empresa pueda desarrollarse y crecer si la comunidad, pueblos, distritos y provincias que se encuentran a su alrededor no mejoran. Eso es tan claro, pero al mismo tiempo es tan difícil de ver y de impulsar a todos los actores a realizar los cambios que sean necesarios para que eso revierta.
El gobierno no se da cuenta que la solución no pasa por incrementar los impuestos, los lideres de las comunidades no ven que pidiendo un incremento en los pagos por sus tierras o por sus caminos si no se transforma en el cierre de brechas no servirá de mucho y los miembros de la comunidad seguirán sin tener resuelta las grandes necesidades que tienen (agua, luz, caminos y desarrollo productivo) y las empresas no se dan cuentan que si siguen exigiendo que el gobierno cumpla con lo que le corresponde y ven que el gobierno no lo hace ya sea por temas de corrupción o por falta de capacidad técnica, solo verán reduciéndose las posibilidades de operar y expandir sus minas cada vez en mayor grado hasta tener que concluir con un cierre definitivo de sus operaciones.
Que estamos esperando, cuando reaccionaremos, ahora es cuando todos los actores relacionados con esta actividad dejemos de ver la obra de teatro desde la platea, subamos al escenario y nos pongamos a trabajar juntos por darle una solución armoniosa y duradera. Existe esa solución. Si existe y sólo se necesita voluntad de parte de todos los actores, innovar, pensar fuera de la caja y poner al centro al desarrollo territorial y no esperar a que cada parte haga lo que le corresponde sino ayudar a que el problema sea solucionado.
La mejor estrategia de negocio para lograr eso, para impulsar a que las empresas no sólo suban al escenario, sino que no bajen hasta que el cierre de las brechas concluya es definitivamente, la estrategia de Valor Compartido.
Valor Compartido no significa que la empresa deja de obtener valor o que algún actor (autoridades, sociedad civil y empresas) reduzca el valor que se obtiene con la operación minera. Es todo lo contrario: con la estrategia de Valor Compartido se logra que la torta de ingresos crezca para todos los actores. Y en la falta de capacidad técnica para ejecutar correctamente el canon minero y las regalías que reciben los gobiernos locales y regionales esta el ejemplo más claro de Valor Compartido.
Si las empresas mineras dentro de un espacio de dialogo como Rimay u otro parecido, se reúnen con las autoridades locales y regionales en donde se encuentra una mina o varias minas y poniendo al centro no el desarrollo de las minas sino el desarrollo territorial y luego de realizar un dialogo con buena fe, mucha empatía y buscando la mejor forma del cierre de brechas, estoy seguro que se podrá definir la mejor asistencia técnica se requiere, por el tiempo que sea necesario, para lograr no sólo ejecutar el 40% que no se ha ejecutado sino mejorar la ejecución del 60% definiendo proyectos que realmente cierren las brechas sociales que existen.
Para iniciar eso, lo que se necesita es recuperar la confianza entre los actores relacionados con la actividad minera y para eso, no hay otra forma que la de promover el dialogo y tenemos una experiencia que al comienzo parecía una quimera, pero al final fue realidad, me refiero a la construcción de la Visión de la Minería al 2030, en el espacio multiactor promovido por el Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Minero Energético – Rimay. Ahí está el espacio que no es de propiedad del gobierno nacional, ni del Ministerio sino es de todos los actores relacionados con esta importante actividad y por eso, invoco a que se convoque a la brevedad a dicho espacio y juntos veamos esta iniciativa o la que pueda surgir luego del ejercicio que ahora más que nunca se necesita en el Perú, la escucha atenta y respetuosa de todos los peruanos.
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