Tres empresas de transporte interprovincial han decidido implementar una estrategia que combina competencia y colaboración para hacer frente al modelo low cost y a la informalidad en el sector. Cruz del Sur, Civa y Móvil Bus han creado el consorcio Transporte Sostenible, que ya se encuentra trabajando en varios proyectos innovadores, incluyendo el primer terminal terrestre de pasajeros en un aeropuerto peruano.
Luis Ramírez, gerente general de Cruz del Sur, destacó que «la visión es competir y colaborar respetando las condiciones de libre mercado». Este enfoque busca generar ventajas competitivas frente a las aerolíneas de bajo costo, subrayando la importancia de la innovación para evitar caer en la mediocridad.
El primer proyecto del consorcio será un terminal temporal de pasajeros en Chiclayo, que contará con un área de 8,000 metros cuadrados. El consorcio ya ha firmado un acuerdo con Aeropuertos del Perú (AdP) para iniciar esta fase, que se espera esté finalizada en octubre de 2025.
La inversión inicial para este terminal ascenderá a S/7 millones, y en una etapa posterior podría llegar a S/13 millones. La infraestructura ofrecerá una variedad de servicios, incluyendo tiendas, cajeros automáticos y restaurantes, además de operar con al menos ocho empresas de transporte hacia diversas ciudades.
Ramírez también mencionó que, una vez que AdP complete el nuevo terminal aeroportuario en Chiclayo, previsto para 2028, el terminal terrestre se trasladará a un espacio más amplio. En su fase final, se proyecta que esta infraestructura bimodal abarque hasta 28,000 metros cuadrados, facilitando la conexión entre los pasajeros que utilizan transporte aéreo y terrestre.
El consorcio Transporte Sostenible también tiene planes de expansión hacia otras ciudades clave en el futuro. «Chiclayo será el primer paso, pero tenemos en mente otras dos ciudades importantes, aunque no puedo compartir más detalles en este momento», comentó Ramírez, enfatizando la calidad y seguridad como sus diferenciadores frente a la competencia informal.
Las empresas están adoptando un modelo de gestión similar al de los centros comerciales, donde un solo operador establece reglas claras para prevenir la informalidad y asegurar la eficiencia de los locatarios. Además, se inspiran en el funcionamiento de las aerolíneas para optimizar su oferta.
En el contexto peruano, la flota de buses ha disminuido significativamente, con un promedio de solo 10 buses por empresa. En comparación, en Brasil, algunas compañías cuentan con hasta 5,000 buses, lo que crea una notable discrepancia en la competencia que “está destruyendo valor”.
Finalmente, Ramírez destacó que estas tres empresas están uniendo esfuerzos para beneficiar no solo su propia cadena de valor, sino también la logística general del sector. Actualmente, están comprando conjuntamente insumos como diésel y neumáticos, lo que les permite generar eficiencias operativas. La sinergia entre ellas abrirá nuevas oportunidades en el transporte turístico y en servicios complementarios, como la oferta de hoteles y buses hotel.