El proyecto privado que atraería a más de 40,000 turistas de alto poder adquisitivo al año a Lima, a través de cruceros de lujo, sigue esperando el visto bueno. El permiso de la Autoridad del Proyecto Costa Verde es el único paso que falta para que la iniciativa privada Terminal de Cruceros Bahía de Miraflores S.A.C. pueda comenzar a construirse.
Durante los últimos cinco años desde su anuncio, varios cambios se han suscitado en torno al proyecto quese ubicará en la bajada del ex Cuartel San Martín en la Costa Verde, Miraflores.
En el 2017, cuando obtuvo su viabilidad técnica temporal, se proyectaba una inversión de US$ 80 millones en total. Hoy la suma asciende a US$ 130 millones, de los cuales US$ 80 millones se destinarán a la construcción del extenso terminal y US$ 50 millones entre los expedientes y la construcción de las vías de acceso como el túnel y los cuatro ascensores.
¿El impacto ambiental ha sido considerado? Jorge Contreras, director comercial del proyecto afirma a Gestión.pe que la iniciativa cumple con todas las medidas relacionadas al tema ambiental. “Estamos fuera de la zona de rompientes, no afectará en nada el deporte de tabla, y se usará el área donde hay un montículo promontorio que hoy no tiene ningún atractivo para la ciudad. Ahí estará ubicada la moderna arquitectura, con un concepto de movilidad vertical”, dijo.
Los inversionistas del llamado Terminal de Cruceros Bahía de Miraflores S.A.C., entre los que se encuentran la Cruise Lines International Association (CLIA), y la FCCA (Florida Caribbean Cruise Association), esperaban que el proyecto esté operativo para el Bicentenario del Perú (2021), pero la pandemia retrasó los trámites, sobre todo, ante la Autoridad del Proyecto Costa Verde, órgano Descentralizado de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) que, a la fecha, todavía tiene en proceso la aprobación de su Plan Maestro.
A la fecha, indicó Contreras, cuentan con resoluciones aprobatorias de la Autoridad Portuaria Nacional (APN), de la Marina de Guerra del Perú a través de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi).
“Somos optimistas y esperamos que este año por lo menos la Autoridad de la Costa Verde nos dé el permiso. Consideramos que la demora para hacer realidad el proyecto se debe a una falta de articulación entre diferentes oficinas del Estado. Para hacer este tipo de proyectos se requiere de un ambiente amistoso. Ahorita dependemos solo de las autoridades porque ya estamos listos desde el punto de vista de ingeniería e inversión”, subrayó.
Industria de los cruceros
Contreras entiende que en los últimos meses el proyecto no haya recibido interés por parte de las autoridades debido a la emergencia sanitaria; no obstante, anota que ya todo empieza a volver a la normalidad, incluida la industria del turismo y de los cruceros.
Aunque hasta el 2023 no se proyecta que el número de cruceros que lleguen a Perú (Paracas en Ica, y Salaverry en La Libertad) tengan el nivel prepandemia, se prevé al menos el arribo de 20 cruceros (Gestión 08.05.2022). Aunque para el director general del proyecto, la cifra podría ser más auspiciosa.
Y es que organismos internacionales han empezado a recomendar a las empresas de cruceros reducir la presión turística a las islas del Caribe, y por razones ambientales limitar sus visitas a Alaska, a la Antártida e incluso a las Islas Galápagos (Ecuador), por eso están prefiriendo las rutas a Panamá.
“El objetivo es poder unir Panamá con Miraflores (Lima) y, en algún momento, poder bajar hacia Chile. El destino que ofreceríamos en Perú sería bastante atractivo para el visitante con alto poder adquisitivo. Desembarcaría y en 40 minutos llegaría al aeropuerto Jorge Chávez desde donde puede visitar Kuélap, Cusco y otras maravillas turísticas”, comentó.
Según Contreras, a través de los cruceros llegarían turistas principalmente alemanes, españoles, portugueses, italianos, así como brasileros, chilenos y ecuatorianos; sin contar a los peruanos que buscarían desplazarse hacia el norte o Paracas en las naves.
Ani Lu Torres – Gestión