Actualmente, existen algunas construcciones en el país que cuentan con un innovador sistema de aislamiento sísmico, una tecnología que reduce hasta en un 80% el impacto de los movimientos telúricos.
Este mecanismo está compuesto de elementos estructurales que incluyen los llamados aisladores sísmicos, dispositivos que son rígidos verticalmente y flexibles horizontalmente, los cuales permiten disipar la energía del temblor.
Estas piezas sirven de amortiguadores cuando la tierra tiembla, pues reducen la transmisión de las vibraciones del suelo al inmueble. Su función es disminuir de manera muy significativa el daño a la estructura.
Hasta la fecha, hay dos proyectos sostenibles certificados por el Fondo MiVivienda -entidad adscrita al Ministerio de Vivienda Construcción y Saneamiento (MVCS)- que ya fueron entregados, los cuales cuentan con este sistema. Uno se encuentra en el cercado de Lima y el segundo en Chorrillos.
Técnica ancestral antisísmica
Cabe resaltar que la cultura Caral, de unos 5000 años de antigüedad, ha dejado como legado una técnica ancestral antisísmica llamada Shicras. Se trata de bolsas tejidas que contienen piedras, las cuales se colocaban debajo de los cimientos por sus propiedades sismorresistentes.
Al mostrar un comportamiento similar a la tecnología actual, se desarrolló una primera etapa de estudios para evaluar su aplicación en viviendas de adobe y tierra compactada. Para ello se realizaron ensayos en mesas vibradoras con aceleraciones sísmicas similares a las producidas en el sismo de Huaraz (1970), los que dieron resultados muy favorables.
Está pendiente desarrollar una segunda etapa para poder formalizar su inclusión como una normativa del MVCS, según la Dirección de Construcción de la Dirección General de Políticas y Regulación en Construcción y Saneamiento del ministerio.