Aproximadamente a 60 kilómetros al sur de Lima se encuentra la Bahía Grano de Oro, donde en el 2025 se proyecta se iniciará la ejecución del Puerto de Pucusana, cuyo eje de acción se enfocará, principalmente, en las zonas industriales de Lurín y Chilca, a través del movimiento de carga de importación de las empresas apostadas en estos distritos.
En diálogo con Gestión, el presidente del Directorio de Navisan (empresa desarrolladora del terminal), Raúl Sánchez, señaló que tras la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental, este 2024 se terminarán con estudios de ingeniería que darán la viabilidad a la entrega de la habilitación portuaria, con lo cual se empezarían los trabajos de construcción del puerto por un valor de US$ 70 millones.
Inicialmente, se movilizarán importaciones de productos siderúrgicos provenientes de China; graneles (soya y maíz) de países como Argentina y Estados Unidos, así como también vehículos ligeros de Europa, México y otros.
“El proyecto contempla una sola etapa, el cual es un muelle para atender naves de hasta 200 metros con el movimiento exclusivo de este tipo de carga (fierro, graneles y vehículos); sin embargo, eso no descarta que en un futuro si, el mercado, lo requiere se pueda ir ampliando a otros muelles. Eso serían proyectos posteriores con su análisis respectivo”, remarcó el empresario.
Sánchez indicó que este terminal en sus primeros cinco años de operación apunta a movilizar una carga de 1 millón 200 mil toneladas por año, siendo favorecidos, específicamente, las empresas ubicadas en los complejos logísticos del sur y que actualmente tienen una demanda que no logra cubrir el Puerto del Callao. Además, agregó que al ubicarse más cerca el terminal de Pucusana, el ahorro en transporte que experimentarán las compañías que se encuentran en el corredor Lurín-Chilca- Pucusana sería de incluso un 50%.
“Por ejemplo, las principales empresas que producen alimentos balanceados para animales se encuentran en el sur o el norte chico; entonces para que ingresen por el (puerto) Callao es un trámite más largo que si tuvieran el terminal en Pucusana o Chancay, en el caso del norte. Bajo ese esquema y el análisis de la reducción de costos, definitivamente si a una empresa antes le costaba US$ 10 movilizar una tonelada vía terrestre, con el puerto de Pucusana eso costaría US$ 5″, explicó.
Actualmente, el representante de Navisan sostuvo que si bien aún no se ha firmado acuerdos, existe interés de importadores para movilizar a través de este puerto más de la mitad de la capacidad con la que iniciarían operaciones. “No hemos llegado a firmar contratos, pero está el interés de los potenciales clientes”, añadió.
Respecto al potencial de carga que genera el sur por la producción agroexportadora en regiones como Ica, el representante de Navisan manifestó que esto sería a través de carga contenerizada, cuya opción se podría evaluar en los próximos años, también sujeto al déficit portuario que tengan este tipo de productos. “Hoy no estamos enfocados en ello”, aclaró.
La concesión del terminal de Pucusana será a 30 años, con una concesión marítima de un poco más de 40 hectáreas (has) y 17 has en zona terrestre.