Para este año, la proyección del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) es que el sector construcción experimente un crecimiento de 3.2%, explicado por la recuperación de la inversión pública y privada. Sumado a ello, desde Century 21 afirman que este buen dinamismo esperado también se refleja por el interés de desarrollar más proyectos inmobiliarios, lo cual se traduce en más búsquedas de terrenos para que se puedan construir edificaciones. En ese contexto, la demanda por la compra de casas de segundo uso por parte de las empresas inmobiliarias vienen tomando impulso con la finalidad de concretar sus planos en estos terrenos.
Julio Muñiz, director regional de Century 21 Perú, dijo a Gestión que, cuando un propietario pone en venta un inmueble se puede topar con dos tipos de clientes: una familia que desea vivir en esa vivienda y una empresa que busca adquirirla para desarrollar en el terreno su proyecto inmobiliario, siendo estos últimos los que representan la mayor demanda y a su vez los que mejor oferta económica ofrecen.
“Una casa como residencia no es el mejor o mayor uso que se le da porque el terreno en muchos casos termina siendo más valorado que su misma construcción. Aunque pueda haber interés de una persona por vivir en una casa por espacios más amplios, muchas veces las constructoras pueden pagar mucho más por ese bien y por ende el propietario prefiere vendérselo a ellos porque le dan un valor más elevado”, explicó Muñiz en el marco de la convención nacional 2024 “Un futuro sin límites” de Century 21.
Valor se duplica
Si bien las constructoras y desarrolladoras inmobiliarias valorizan más las casas de segundo uso porque le sacan provecho al terreno, el monto a ofrecerse dependerá mucho de la zona y la directiva que tiene el municipio respecto a las dimensiones sobre un proyecto inmobiliario. De este modo, Century21 sostiene que las empresas del sector pueden pagar hasta el doble frente a lo que podría obtenerse con una persona natural.
A modo de ejemplo, Julio Muñiz comentó que mientras una familia podría pagar por un inmueble de 300 metros cuadrados entre US$ 300,000 y US$ 400,000, precio promedio del mercado, una constructora estaría dispuesto a ofertar hasta US$ 800,000 y US$ 1 millón. Ello en función al proyecto inmobiliario que planea realizar, la cantidad de pisos que pueden construir y el número de viviendas potenciales que podrá vender.
“Las constructoras analizan primero los terrenos, evalúan el metraje, la capacidad constructiva, la cantidad de unidades que tendrán disponibles y el total de ventas que planean alcanzar, así como los costos que involucra construir la propiedad y la utilidad esperada. Así, la diferencia de todos sus ingresos menos sus costos y utilidad es el valor del terreno, y muchas veces este precio es de lejos superior, en muchas ocasiones el doble de lo que sería esa casa como residencial”, argumenta.
En ese sentido, agrega que San Miguel y Jesús María son las zonas que mayor oferta de casas y terrenos se observan y donde las constructoras e inmobiliarias tienen en la mira para adquirirlos ya que son distritos atractivos para planificar un proyecto de vivienda.
Interés por casas fuera de Lima Moderna
Aunque hay una mayor preferencia por la compra de departamentos, la demanda por casas de segundo uso todavía continúa, sin embargo, el interés se centra en zonas alejadas de Lima Moderna. De acuerdo a Century 21, La Molina, Cieneguilla, Pachacamac, Lima Sury Lima Norte son los lugares donde las familias están buscando propiedades debido a que el precio del metro cuadrado es más accesible.
En cuanto al ticket promedio del metro cuadrado, Muñiz puntualizó que están por debajo de los US$ 1,600, monto que dependerá de la zona y los años de antigüedadde la vivienda. Los inmuebles más solicitados son los de entre 70 y 90 metros, mientras que aquellos que están por encima de los 100 metros son más complicados de rotar.