La ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Hania Pérez de Cuéllar, informó que, en el 2023 y 2024 su gestión destrabará y viabilizará siete megaproyectos de agua y saneamiento que implican una inversión conjunta de 5,800 millones de soles.
Entre ellos, dos benefician directamente a Puno: el proyecto Integral de Saneamiento de Juliaca y la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales-PTAR Titicaca. Los restantes se ubican en Lambayeque, Puerto Maldonado, Yurimaguas, Ventanilla y Lima.
En el subsector Vivienda y Urbanismo, Pérez de Cuéllar anunció, para ese mismo lapso, la construcción de 103,000 viviendas de interés social. Detalló que a través del programa Techo Propio se entregarán 19,000 bonos de la modalidad de construcción Sitio Propio, lo cual permitirá a las familias edificar en sus terrenos o aires independizados y que, además, generará 16,000 empleos.
Otra meta en este rubro es la construcción de 15,008 módulos habitacionales Sumaq Wasi, a fin de proteger a familias de zonas rurales afectadas por heladas y friajes. Asimismo, la ejecución de 55 proyectos de infraestructura vial y equipamiento urbano que mejoraran la calidad de vida de 208,000 personas y la formalización de 52,000 títulos de propiedad.
“La casa propia con agua y saneamiento constituye un derecho fundamental”, remarcó Hania Pérez de Cuellar al tiempo de manifestar que este esfuerzo se focalizará en las poblaciones más vulnerables.
Compromiso
La titular del MVCS reafirmó el compromiso de su gestión de trabajar con rigor técnico, sensibilidad social, y absoluta integridad para la ejecución y destrabe de obras del sector que permitan avanzar en el cierre de brechas de agua, saneamiento y vivienda.
“Es un compromiso con la presidenta y el jefe del gabinete, pero -sobre todo- con el Perú: trabajaré desde mi sector con rigor técnico e integridad para ayudar a generar más justicia social, desarrollo económico, y paz”, sostuvo Pérez de Cuéllar.
La ministra evocó el mensaje de su abuelo, el ex secretario general de las Naciones Unidas y exjefe del Gabinete Javier Pérez de Cuéllar, en el sentido de que la paz solo es posible en democracia y con desarrollo social y económico.