Las atenciones se dan en su mayoría por exceso de velocidad de los usuarios en la vía con afectación a la infraestructura vial por despiste.

Rutas de Lima en lo que va del 2024 ha atendido más de 400 intervenciones de emergencia a la infraestructura vial en los tramos administrados de la Panamericana Sur y Norte, siendo las más recurrentes las afectaciones a los puentes y a los elementos de seguridad vial como son las barreras de protección, atenuadores, amortiguadores de impacto.

Estos en su mayoría se deben a despistes en la vía y afectaciones generadas por terceros, por exceso de velocidad. En ese sentido, en su compromiso con la seguridad vial, la concesionaria despliega los recursos necesarios a nivel de equipos y personal para atender a los usuarios y restituir la infraestructura dañada en condiciones normales y seguras, en el menor tiempo posible.  

Es importante precisar que, gracias a la recaudación del peaje, Rutas de Lima ejecuta dichas actividades así como también otras de mantenimiento mayor como es la repavimentación de más de 2 millones de m2 de vía, las cuales se realizan en los horarios de menor flujo para evitar afectar el tránsito de los usuarios, asimismo, el mantenimiento de alrededor de 90 puentes peatonales para asegurar su funcionalidad, de las áreas verdes con más de 20, 000 árboles y de 124 km de barreras de seguridad, entre otros elementos de señalización vial.

“Estamos comprometidos con la seguridad vial de los usuarios y peatones que transitan por las vías bajo nuestra administración, tanto en la Panamericana Sur como la Panamericana Norte. Son más de 200 personas, entre colaboradores y empresas de servicios contratadas, que diariamente trabajan en la vía para mantenerlas seguras para los usuarios”, indicó Carlos Navarro, gerente de Mantenimiento de Rutas de Lima.  

Finalmente, es importante indicar que Rutas de Lima va más allá de sus obligaciones contractuales en actividades de mantenimiento. En ese sentido, recupera los espacios públicos implementando áreas verdes y realizando el recojo de cerca de 2,000 toneladas mensuales entre basura y residuos municipales generados por terceros fuera del área de la concesión y arrojados dentro de derecho de vía, en beneficio de la población aledaña y velando por la seguridad vial y salud de las comunidades.