Si bien la data de ejecución del presupuesto nos da algunas luces sobre cómo vamos, hay otros indicadores que aterrizan mejor la situación de las obras públicas que desarrollan los tres niveles de gobierno en todo el país. Son tres: las demoras, los sobrecostos (respecto a la viabilidad) y la rendición de cuentas de avance físico.
El Consejo Privado de Competitividad (CPC) compartió con Gestión Data información de su dashboard “Seguimiento a la ejecución física de proyectos de inversión” (sobre la base del Sistema de Seguimiento de Inversiones del MEF), en el que se miden los tres indicadores mencionados. Se analizan 51,309 proyectos (inversiones activas con presupuesto institucional modificado – PIM en 2022).
Cabe recordar que en el Perú existen 272,000 inversiones en el Invierte.pe, de las cuales 70% están activas (186,764). De esas, solo las poco más de 51,000 analizadas para este informe tienen PIM este año.
Retrasos en proyectos
En los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local), el 25% de proyectos activos con PIM tiene más de 100 días de retraso (fecha de corte respecto al final programado).
¿Qué significa? “La cuarta parte de las inversiones activas con presupuesto tiene más de 100 días de retraso. Es decir, 13 mil de las 51 mil inversiones activas debieron estar brindado el servicio hace tres meses o más”, dijo David Tuesta, presidente del CPC.
En el Gobierno nacional, el 20.1% de los proyectos activos con PIM tiene más de 100 días de retraso (915 de 4,563).
Dentro de los 10 sectores con mayor presupuesto para inversión, cerca de la tercera parte de las inversiones registra retrasos (1,018 de 3,824). Si se toma el “top 3″ de sectores con mayor presupuesto: en la PCM el retraso promedio es de 91 días; seguido de Educación (84 días) y Transportes y Comunicaciones (77.4 días).
En los gobiernos regionales, el 16.8% de los proyectos activos con PIM tiene más de 100 días de retraso (660 de 3,923). Los dos gobiernos regionales con mayor presupuesto para inversión (Piura y Arequipa) tienen 165 y 134 días de retraso promedio.
En los gobiernos locales, el 26.3% de los proyectos activos con PIM tiene más de 100 días de retraso (11,277 de 42,823). Sobre los 10 gobiernos locales con mayor presupuesto para inversión, las inversiones de los distritos de Yarabamba (Arequipa) registran 283 días de retraso, en promedio; seguido por Chimbote (Áncash, 158 días de retraso, en promedio).
Jorge Zapata, presidente de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), comentó que aunque hay que analizar cada caso, parte del riesgo es que las obras retrasadas pasen a la condición de paralizadas. Recordó que hay cerca de S/ 30 mil millones en obras paralizadas en el país.
Rendición de cuentas
Más allá de la información sobre demoras y sobrecostos, no es sencillo conocer el porcentaje del avance físico de todas las obras. Esto por una razón: hay problemas en la rendición de cuentas.
De las 51,309 inversiones consideradas, 30,579 requieren informar el avance físico. Pero el 41% de estas (12,510) simplemente no lo informa. El 90% de las inversiones sin dicha información está a cargo de los gobiernos locales (11,209 de 12,510).
“Analizando los 10 proyectos con mayor costo de inversión de los 10 municipios “más ricos”, encontramos que San Marcos (Áncash) no informa el avance físico de un proyecto de S/ 40 millones para mejorar la transitabilidad en la zona, pero ya ha devengado el 54% de sus recursos en términos financieros. Sobre Espinar (Cusco) hallamos que tampoco se informa el avance físico en un proyecto de S/ 23 millones para mejorar los servicios educativos”, comentó Tuesta.
En el Gobierno nacional, los sectores de Transportes y Comunicaciones y Educación se encuentran entre los tres sectores con mayor presupuesto para inversión a octubre de 2022, pero no informan el avance físico en alrededor de la tercera parte de sus inversiones en ejecución.
“No se ejecuta la obra pública con la calidad ni con la celeridad requerida. Probablemente el indicador de celeridad sea más notorio y es el que más problemas cause. Pero el de calidad, para el largo plazo será importante revisar”, anotó Zapata.
Sobrecosto por encima de 50%. En los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local), el 18.8% de proyectos activos tiene un sobrecosto respecto a la viabilidad de más de 50%. “Cerca de la quinta parte de las 51 mil inversiones tiene un sobrecosto respecto a la viabilidad de más del 50%, lo cual podría implicar deficiencias en los estudios de preinversión y de ingeniería”, comentó David Tuesta, presidente del CPC.
Necesidad de rendir cuentas
David Tuesta, presidente del CPC
En el Perú, actualmente los niveles de confianza en las entidades clave para brindar servicios públicos como los gobiernos subnacionales son muy bajos. Durante el primer semestre de 2022, solo el 13.8% de la población confió en las municipalidades distritales y en las provinciales. Este porcentaje se reduce a 10.0% en el caso de los gobiernos regionales (INEI, 2022).
Una forma de aumentar la confianza consiste en brindar acceso adecuado, focalizado y oportuno a la información sobre los resultados del desempeño del Gobierno para que los ciudadanos puedan monitorear sus actividades (Grimmelikhuijsen, 2012; Rose-Ackerman y Palifka, 2016). Es decir, rendir cuentas.
Dicha rendición constituye un instrumento poderoso para detectar y disuadir actividades vinculadas a la corrupción (Klitgaard, 1988), y tener impactos positivos, especialmente en proyectos financiados mediante inversión pública (Tanzi y Davoodi, 1997; Pieth, 2012). A pesar de conocer los beneficios de la rendición de cuentas, en el país sus niveles son muy bajos.
Tratar de articular proyectos
Uno de los problemas de las regiones es la gestión del gasto. Jaime Reusche, vicepresidente del Grupo Riesgo Soberano de Moody’s, comentó que la asistencia técnica no resulta efectiva ante cambios de autoridades.
“La realidad es que no hay capacidad de gasto. Tratar de crear asistencia técnica o capacitar a las autoridades requiere de bastante tiempo; y todo esto para que las autoridades sean cambiadas y se tenga que empezar de cero cada vez que hay un nuevo ciclo electoral”, dijo.
Reusche subrayó que debe haber mayor voluntad política a nivel del Gobierno nacional para tratar de articular mejor los proyectos y darle mayor control a entidades mas técnicas sobre la inversión pública en general. “El MEF tiene que jugar un rol crítico, y lo hace, pero está limitado por la poca voluntad política por darle mayor control al ministerio de estos proyectos, porque muchas veces son de interés nacional, pero ahí se mezclan intereses pequeños”.