La aparición repentina de condominios de 15 o 20 pisos en zonas donde antes solo se permitían construcciones de 6 u 8 ha generado inquietud en varios municipios de la ciudad. Las autoridades ven en el desarrollo de la Vivienda de Interés Social (VIS) una amenaza que parece estar impulsada desde las altas esferas. Sin embargo, José Espantoso, presidente de ASEI, ofrece una perspectiva diferente y reaviva el debate sobre el déficit habitacional en Perú.

Según Espantoso, la raíz del problema habitacional radica en la falta de voluntad política desde la Presidencia. Asegura que ningún presidente ha priorizado el tema de la vivienda como un componente esencial para cerrar brechas sociales. Propone que se debe considerar la vivienda al mismo nivel que la salud y la educación, ya que la pobreza multidimensional incluye factores como salud, educación, agua y saneamiento.

Respecto a por qué las viviendas de interés social parecen dirigirse a clases medias o medias altas, Espantoso señala que el problema de la VIS es nacional y no se limita a ciertos distritos. Desde 1998, los programas de promoción de vivienda han beneficiado a 700,000 familias y han impactado a 3 millones de peruanos. Limitar el enfoque a distritos como Miraflores y San Isidro no refleja el panorama completo de los logros alcanzados.

El rol del Ministerio de Vivienda ha sido crucial, según Espantoso. Este ministerio, en su función promotora, ha implementado normativas que mejoran los parámetros urbanísticos en todo el país, buscando abaratar el suelo urbano de manera similar a las grandes ciudades de América Latina como Santiago y Bogotá.

En términos de desarrollo de proyectos VIS, se han llevado a cabo en diversas zonas como Carabayllo, Independencia y San Juan de Lurigancho, donde casi el 40% de los programas de VIS se están ejecutando. Solo un 16% se concentra en lo que se considera «Lima Top», es decir, distritos más privilegiados como Miraflores y San Isidro.

Espantoso sugiere que, en distritos como Miraflores, en lugar de clasificar ciertos desarrollos como VIS, deberían ser considerados como vivienda asequible. Resalta que, por ejemplo, los departamentos en zonas como Javier Prado pueden ser más accesibles si se permite mayor altura en las construcciones, lo que reduce el costo del suelo.

Con respecto al reciente fallo del Tribunal Constitucional sobre las VIS, Espantoso indica que los proyectos en curso, que cuentan con respaldo legal, pueden ser revisados. ASEI ha invitado a las municipalidades a dialogar, y aunque algunos municipios han mostrado apertura, otros, como San Isidro y Barranco, han rechazado el diálogo.

En reuniones con municipios como San Borja y Surco, se logró llegar a consensos sobre soluciones para proyectos en construcción. Sin embargo, en Miraflores, el clima fue tenso, y muchos proyectos fueron cuestionados sin justificación. Espantoso enfatiza que este es un conflicto que va más allá de las inmobiliarias y los vecinos; se trata de un enfrentamiento entre las municipalidades y el Ministerio de Vivienda, en el que las familias afectadas quedan en medio.

Finalmente, Espantoso rechaza las afirmaciones del alcalde de Miraflores sobre lobbies en el sector. Asegura que ASEI defiende la legalidad y está comprometido con la inversión inmobiliaria en todo el país, en contraste con la postura del alcalde, que parece querer desincentivar dicha inversión en su distrito. Esta actitud puede afectar la economía, dado que la inversión inmobiliaria es una de las más significativas después de la minería.