Lima está a punto de experimentar una transformación en su infraestructura de transporte con la construcción de un tren subterráneo que conectará áreas clave de la ciudad, como Santa Anita y Callao, en solo 44 minutos. Este moderno sistema de transporte contará con una inversión de más de 3,700 millones de dólares y no solo aliviará el tráfico en las principales avenidas congestionadas, sino que también impulsará el desarrollo de zonas periféricas, mejorando la conectividad y la calidad de vida de los limeños.
La Línea 4 del Metro de Lima es uno de los proyectos más esperados en la capital peruana. Esta nueva línea de transporte subterráneo recorrerá 23.6 kilómetros, mayormente bajo avenidas como Javier Prado, La Marina y Faucett. La Línea 4 proporcionará una solución eficiente a los problemas de tráfico que afectan a millones de limeños cada día.
Este tren subterráneo será una alternativa rápida y cómoda para los usuarios, conectando dos puntos clave de la ciudad: Santa Anita y Callao, a través de 13 distritos en solo 44 minutos. Este tiempo de trayecto permitirá a los habitantes de Lima desplazarse de manera más ágil, reduciendo considerablemente los tiempos de viaje que actualmente deben enfrentar con el transporte público o privado.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), en colaboración con la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), ha estimado que el costo total del proyecto será de 3,739 millones de dólares. Esta inversión es parte de un esfuerzo conjunto por modernizar la infraestructura del transporte público de Lima, con la expectativa de que la construcción de la Línea 4 mejore significativamente la calidad de vida de los habitantes de la capital.
El proyecto se llevará a cabo en varias fases y se financiará a través de un acuerdo de Estado a Estado, lo que asegura la ejecución a largo plazo de la obra, cuyo plazo de financiamiento podría extenderse entre 30 y 40 años. Las autoridades estiman que el proyecto beneficiará a más de 2 millones de personas, quienes experimentarán mejoras en la conectividad y en la eficiencia del transporte público.
La Línea 4 contará con 20 estaciones distribuidas a lo largo de su recorrido subterráneo, conectando zonas clave como San Isidro, Bellavista, La Molina y Monterrico, entre otros. Las estaciones de la nueva línea incluyen lugares como Mercado Santa Anita, Mayorazgo, Santa Patricia, La Molina y Monterrico, entre muchas otras. Estas paradas garantizarán el acceso rápido a áreas comerciales, residenciales y laborales, facilitando la interconexión con otras líneas del metro.
La Línea 4 ofrecerá hasta 500,000 viajes diarios, según las estimaciones de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU). Esta capacidad es indicativa de la alta demanda esperada por el servicio, que aliviará la congestión en las avenidas más transitadas y ofrecerá una alternativa más rápida y económica para quienes enfrentan largos trayectos en el transporte tradicional.
Actualmente, el proyecto de la Línea 4 está en proceso de planificación y ejecución. Ha avanzado en varias fases, aunque la fecha exacta de finalización ha sido ajustada en diversas ocasiones debido a desafíos en la construcción y en la gestión de recursos. Las fases incluyen estudios de impacto ambiental, diseño de la infraestructura y adquisición de terrenos en la fase pre-construcción, y la construcción de túneles, estaciones e instalación de sistemas eléctricos y de señalización en la fase de construcción.
El consorcio de empresas encargado de la obra está trabajando activamente para garantizar que la línea se conecte con otras redes del metro, como las Líneas 1, 2 y 3, creando un sistema de transporte más integrado y eficiente en el futuro.
En Lima, actualmente operan dos líneas del Metro: la Línea 1, que conecta 19 estaciones y cubre un recorrido de aproximadamente 34 kilómetros, y la Línea 2, que sigue en construcción. Con la incorporación de la Línea 4, la ciudad contará con una red más amplia y moderna, que mejorará la conectividad y reducirá significativamente los tiempos de desplazamiento de sus habitantes.