El Megapuerto de Chancay se perfila como uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos en Perú, situado en la costa norte de Lima. Su objetivo es convertirse en un punto clave para el comercio entre Asia y América Latina. La inauguración, programada para noviembre de 2024, podría transformar el comercio marítimo en la región, planteando una competencia directa con puertos importantes de Chile, como San Antonio y Valparaíso.
Este avance ha suscitado inquietudes en Chile, donde expertos advierten sobre las posibles repercusiones para su economía. Se considera que el comercio internacional en América Latina podría verse afectado por la competencia del Megapuerto de Chancay. A continuación, se analizan las razones por las cuales este nuevo puerto podría impactar significativamente en la dinámica comercial entre ambos países.
Los puertos de San Antonio y Valparaíso, situados en la región central de Chile, son los principales puntos de entrada y salida de mercancías hacia el mundo. Durante décadas, han liderado el manejo de carga en el Pacífico Sur, gracias a su infraestructura y capacidad operativa. Sin embargo, la llegada del Megapuerto de Chancay podría desviar una parte considerable del tráfico marítimo que actualmente transita por Chile.
Caupolicán Guerra, académico de la Universidad Andrés Bello, destaca que aunque San Antonio tiene una ubicación geográfica privilegiada, enfrenta limitaciones para expandirse debido a su proximidad con áreas urbanas. Por su parte, Valparaíso también presenta retos para modernizar su infraestructura. La operación del Megapuerto de Chancay podría convertirse en una opción más atractiva para las empresas que buscan reducir costos y optimizar sus rutas hacia el mercado asiático.
El Megapuerto de Chancay, financiado por la empresa china Cosco Shipping, ha generado inquietud en Chile por su potencial de captar una porción significativa del tráfico de mercancías que actualmente utiliza los puertos chilenos. Según Guerra, la infraestructura avanzada y la capacidad de Chancay para recibir embarcaciones de gran tamaño le otorgan una ventaja competitiva frente a San Antonio y Valparaíso, que requieren modernizaciones aún no implementadas.
Luis Knaak, gerente general del Puerto de San Antonio, subraya que el desafío para Chile es adaptarse rápidamente a las demandas del comercio internacional. Si las empresas logísticas deciden desviar sus cargas hacia Chancay, esto no solo impactará los ingresos directos de los puertos chilenos, sino que también afectará toda la cadena logística, aumentando costos de transporte y disminuyendo la competitividad del país en la región.
Frente a esta inminente competencia, expertos chilenos han propuesto varias estrategias para mitigar el impacto del Megapuerto de Chancay y preservar su competitividad en el comercio marítimo. Una de las principales sugerencias es la modernización y ampliación de los puertos de San Antonio y Valparaíso, lo que permitiría manejar mayores volúmenes de carga y mejorar los tiempos de operación.
Sin embargo, las restricciones ambientales y políticas han retrasado la implementación de varios proyectos de expansión en los puertos chilenos. Esta situación podría volverse más crítica si el Megapuerto de Chancay logra absorber una mayor cantidad de tráfico comercial, consolidándose como uno de los principales puntos de conexión entre Asia y Sudamérica.