Un tema que se informa cada mes, debido a su relevancia, es el gasto de los recursos públicos del país. Por ejemplo, solo en el 2023, el Perú contó con S/ 249,946.9 millones para actividados y proyectos en los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local). De este monto, devengó el 89.3%. Aunque se puede discutir si este nivel de gasto es positivo o no, lo cierto es que el ciudadano de a pie tiene su propia perspectiva de la situación.
En una reciente encuesta de Datum Internacional, compartida en exclusiva con Gestión, el 86% de peruanos respondió que el Gobierno nacional -básicamente compuesto por los ministerios- gasta inadecuadamente los impuestos que recauda. Esta cifra era de 68% hace casi 10 años. En contraparte, aquellos que creen que el gasto es adecuado, pasó de 21% en el 2015 a solo 7% este año.
El norte (87%) y el sur (90%) del país son los que más cuestionan el gasto, pues cerca de 9 de cada 10 dice que es inadecuado. “Es una caída significativa de la percepción de eficiencia del Gobierno central con relación al gasto público”, subraya Urpi Torrado, CEO de Datum Internacional.
Aunque tampoco es una diferencia mayúscula, se ve un escenario ligeramente “menos malo” cuando se consulta por gobiernos regionales y locales. El 84% de peruanos dice que las regiones gastan inadecuadamente sus impuestos, cifra que se eleva de 82% en el 2020.
Un caso particular es el de los gobiernos locales: un 73% responde que las municipalidades gastan inadecuadamente los impuestos que recauda, mientras que un 18% (cifra que aumentó desde 13%) señala que, por el contrario, hay un gasto adecuado.
“Hay un 18% de encuestados que dice que el municipio de su localidad gasta adecuadamente. Esto qué nos puede decir, que el ciudadano valora las obras que están relacionadas directamente a su día a día. Las obras del municipio son para el ciudadano de a pie, tal vez más tangibles, más fáciles de visualizar”, destaca Torrado.
Para David Tuesta, exministro de Economía y Finanzas, es evidente que las brechas no se cierran, pero coincide con Torrado sobre la cercanía. “Una explicación de por qué los gobiernos locales puden tener un ‘mejor resultado’ es porque a pesar de todo son más cercanos. Quizá para el ciudadano, por ejemplo, no queda claro cuál es la función del gobierno regional. ¿Es articulador? ¿Da sentido a la inversión? Sin embargo, hay que decir que la percepción es totalmente negativa en todos los niveles de gobierno”, apunta.
Agrega que detrás de estos resultados, muchas veces, hay un conjunto de funciones que se requieren para gastar, pero que no hay las capacidades para cumplirlas. “Entiéndase no solo capacidades como la preparación del funcionario, sino nos referimos a contar con la infraestructura necesaria. No todos están en condiciones para hacer su trabajo, no todos están en la misma posición”, indica.
A su consideración, se suma el mal uso de los esquemas de inversión pública. Por ejemplo, la adjudicación directa: “Tienes mala gestión, otorgas casi ‘a dedo una obra’ y eso lo entregas a quien no sabe hacerlo”.