Jue. Mar 6th, 2025

Construcción empieza el 2025 creciendo y aumentan expectativas positivas de empresas

  • La construcción inicia 2025 con un crecimiento importante del 17.9%, el mejor resultado de enero en 7 años, motivado por un altísimo crecimiento de la obra pública, y a pesar de que el consumo de cemento cae un 2.4%.
  • Empresarios de la construcción estiman que sus operaciones crecerán 4.9% en 2025, pronóstico que puede frustrarse, si es que no reduce la inseguridad y se intensifican las lluvias de verano. CAPECO exige una estrategia integral para ambos problemas.
  • Gravedad de lamentables hechos en Trujillo y Chancay demanda una investigación profunda para determinar responsabilidades, pero también una revisión del modelo de gestión de infraestructuras considerando todo su ciclo de vida y no sólo la contratación. Para CAPECO, la digitalización de procesos es una herramienta clave para que ese cambio sea exitoso.
  • Venta de vivienda creció un 23.3% en Lima Metropolitana al cierre de 2024, impulsada sobre todo por el segmento de vivienda social. El 2025 podría ser otro año de crecimiento, pero si el Ministerio de Vivienda retira beneficios de parámetros urbanísticos a viviendas dentro del “rango 5” de Mivivienda, el mercado podría contraerse fuertemente.
  • Sindicato de Construcción Civil y Asociación Regional CAPECO de Lambayeque suscriben Pacto para construir una región más competitiva e inclusiva.

La Cámara Peruana de la Construcción (CAPECO) presentó la edición 86 del Informe Económico de la Construcción (IEC), en el cual se abordaron diversos aspectos clave del sector. El informe incluye un análisis detallado del panorama actual y futuro del sector. En esta ocasión, el informe se centra en el inicio prometedor del 2025, con un crecimiento del 17.9% en enero, impulsado por la obra pública.

El IEC profundiza en los desafíos que enfrenta el país ante la recurrencia de desastres naturales, proponiendo una estrategia integral que va más allá de la respuesta inmediata, enfocándose en la planificación y la sostenibilidad. Además, se analizan las lecciones aprendidas de incidentes recientes en infraestructuras clave, subrayando la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y supervisión, y de priorizar la operación y mantenimiento de las obras.

En cuanto al mercado residencial en Lima Metropolitana, el informe da cuenta de los resultados de la reciente actualización de la Plataforma del Mercado de Edificaciones Urbanas de CAPECO, entre los que destaca el dinamismo alcanzado en el 2024, con un crecimiento del 23.3% en la venta de viviendas, impulsado por la vivienda social, pero el gremio alerta sobre decisiones administrativas que pueden revertir esta tendencia positiva en 2025.

  1. Desempeño de la construcción y expectativas empresariales al inicio del 2025

El sector construcción peruano ha iniciado el 2025 con un fuerte impulso, registrando un crecimiento del 17.9% en enero. Este notable desempeño, el mejor en el último septenio para el primer mes del año, se ve impulsado, en gran medida, por un “rebote” estadístico en el avance de la obra pública. Sin embargo, este panorama presenta matices importantes.

A pesar del crecimiento general del sector, el consumo de cemento experimentó una caída del 2.4% en enero, su peor resultado de los últimos siete meses. Esta contracción refleja una realidad compleja: el avance de la inversión pública es más financiero que físico, lo que se explica principalmente por el aumento en las obras paralizadas (más de 43 mil millones de soles a setiembre). Además, influyen factores como el menor dinamismo de la inversión minera y el hecho de que las importantes adjudicaciones de proyectos de Asociaciones Público-Privadas (APP) se encuentran en una etapa inicial de ejecución. Asimismo, una porción significativa de las ventas de viviendas proviene de proyectos que, en los últimos dos años, acumularon un importante stock.

No obstante, se anticipa que estos componentes de la inversión privada podrían recobrar dinamismo en 2025. Esta proyección optimista se refleja en las expectativas de los empresarios de la construcción entrevistados por CAPECO para la presente edición del IEC, que proyectan un crecimiento del 4.9% en sus operaciones para el presente año. Esta proyección coincide con la revisión al alza del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) sobre el crecimiento del PBI nacional, que pasó de 3.1% a 4.0%. El MEF prevé un impulso derivado de la desregulación, la recuperación de la inversión y del consumo privados y la continuación del aumento de las exportaciones, así como la estabilización de precios, y siempre que las condiciones climáticas sean favorables y se produzcan avances en la lucha contra la criminalidad.

El balance del sector construcción es positivo, a pesar de haber sido el único sector en contraerse en diciembre pasado. Al cierre de 2024, el sector registró un crecimiento del 3.6%, ubicándose como el octavo sector de mayor crecimiento, superado por actividades como la pesca, el transporte y la agropecuaria.

2. Desafíos del clima para un país en emergencia permanente

Las recientes lluvias de verano han evidenciado, una vez más, la vulnerabilidad de la infraestructura y las comunicaciones en el territorio peruano, subrayando la urgencia de una respuesta integral y proactiva ante la recurrencia de los desastres naturales, que no pueden seguir atendiéndose con acciones reactivas, improvisadas una vez que éstos ocurren. No basta con la reparación de viviendas y la restitución de infraestructuras; es imperativo adoptar una estrategia que trascienda la mera reacción y se integre a las políticas de desarrollo económico e inclusión social.

Esta estrategia debe priorizar el bienestar social, impulsar el crecimiento económico y garantizar la sostenibilidad ambiental. Un elemento clave es la reducción de la informalidad, un factor que genera precariedad, frena la productividad y agrava los problemas ambientales. La incapacidad del Estado para abordar eficazmente la informalidad es, en gran medida, responsable de su persistencia.

La estrategia integral que CAPECO propone, tiene los siguientes componentes:

  • Planificación urbana y territorial: Basada en la gestión de riesgos y la generación de oportunidades de desarrollo económico e integración social, tanto en áreas urbanas como rurales.
  • Gestión eficiente de infraestructuras: Con énfasis en agua, desagüe y drenaje pluvial, bajo un modelo de sostenibilidad que priorice la transparencia en la contratación y ejecución de obras, así como la recuperación de inversiones.
  • Optimización de la ocupación del suelo: A través de intervenciones que reduzcan riesgos y consideren las expectativas de las familias, el incremento del capital inmobiliario y la sostenibilidad de las actividades productivas rurales.
  • Nuevo modelo de gestión del agua: Adaptado a las diferentes actividades económicas y a las necesidades de la población, con medidas sostenibles de mitigación de desastres.
  • Atención oportuna de emergencias: Mediante el uso intensivo de tecnologías de la información y la comunicación, y la participación activa de empresas privadas y organizaciones comunitarias.

Esta visión integral busca no solo optimizar la respuesta ante los desastres naturales, sino generar una oportunidad para construir un país más resiliente, competitivo e inclusivo.

3. Lecciones de Chancay y Trujillo: De la contratación de obras a la gestión de infraestructuras

La lamentable pérdida de vidas como consecuencia el desplome del Puente Chancay y el colapso del techo de un centro comercial en Trujillo exige una investigación seria e independiente de las razones que motivaron estas falencias, que revelarían debilidades en la gestión de infraestructuras y edificaciones en nuestro país. El hecho de que estas obras se ejecutaron dentro del marco de la formalidad, facilitará la trazabilidad de los procesos técnico – administrativos que se siguieron para el diseño, la construcción, la supervisión, la operación y el mantenimiento de estas obras, permitiendo la identificación de responsabilidades.

Hay que señalar que en el Perú existen normativas técnicas y administrativas específicas, cuya aplicación está a cargo de entidades reguladoras o supervisoras tanto para la construcción o concesión de infraestructuras como para la supervisión obligatoria de edificaciones.

Pero también es preciso comprender que no existe ningún procedimiento de control que otorgue la seguridad absoluta de que una infraestructura o una edificación no presentará fallas en su diseño, construcción u operación. Un sistema de control debe aspirar a: (i) identificar los riesgos y vulnerabilidades; (ii) adoptar procesos que reduzcan estos riesgos al mínimo deseable; (iii) establecer mecanismos de atención oportuna cuando ocurran afectaciones; (iv) identificar la causas y los responsables de estas afectaciones; (v) activar los mecanismos ya previstos de resarcimiento a los afectados; (vi) ajustar el sistema, para seguir reduciendo riesgos y vulnerabilidades. Se trata de implementar un proceso circular de mejora del sistema de control.

Es en este marco que se debe efectuar la investigación de los hechos ocurridos en Chancay y en Trujillo, la revisión de los procedimientos de ejecución, control y sanción dentro de la gestión de infraestructuras, y la determinación de la experiencia y capacidad de los profesionales que participan en todas las etapas de este proceso. En esta última función, los colegios de arquitectos deben asumir un rol mucho más activo, porque tienen el mandato legal de supervisar el correcto ejercicio de esas profesiones.

Además, la implementación de la digitalización de los procedimientos de licencias de obras y de la metodología BIM (Building Information Modeling) para la gestión de infraestructuras y edificaciones durante todo su ciclo de vida, es indispensable y urgente. Esta digitalización debe ser liderada por el gobierno central, a través del Ministerio de Vivienda para el procedimiento de licencias y control de proyectos privados, y el OSCE para las obras públicas.

En resumen, queda claro que limitar el control a la contratación y ejecución de obras no es suficiente. CAPECO ha enfatizado repetidamente la necesidad de un seguimiento integral a lo largo de todo el ciclo de vida de una infraestructura o edificación, desde la planificación y priorización hasta la operación y mantenimiento.

La operación y el mantenimiento de infraestructuras son aspectos críticos que a menudo se descuidan. La poca importancia que se concede a estos aspectos se refleja en que los procedimientos de evaluación de inversión pública (antes SNIP hoy Invierte.pe) se concentran en la preinversión (nunca se evalúa la eficiencia  de las infraestructuras durante las etapas de operación y mantenimiento); la casi nula incidencia del comportamiento de una obra en la operación en los criterios de selección de contratistas; la insuficiencia de los presupuestos que se asignan para la operación y mantenimiento (pese a que implican hasta un 80% de toda la inversión); y el poco control que se tiene en verificación de capacidades de las entidades públicas supervisoras, reguladoras u operadoras.

Es urgente evaluar la conveniencia de constituir entidades especializadas para hacerse cargo de la operación y el mantenimiento de infraestructuras y edificaciones públicas. La experiencia exitosa del proyecto Legado en la gestión de grandes instalaciones deportivas así lo demuestra, por lo que resulta lamentable que en lugar de ser fortalecida para que pueda hacerse cargo, progresivamente, de toda la infraestructura deportiva relevante del país, el gobierno nacional ha decidido su disolución y el traslado de sus funciones al Instituto Peruano del Deporte – IPD, que ha demostrado una gran ineficiencia en el cuidado de dichas instalaciones, y que debería más bien  enfocarse en funciones normativas y de fortalecimiento de las actividades deportivas, amateur y de alta competencia. En el caso de las reguladoras, debe considerarse la tercerización de tareas especializadas; mientras que, en las obras pequeñas, la participación de colegios profesionales podría mejorar la eficiencia y la calidad del control.

4. Mercado residencial: ¿Qué hacer para mantener la dinámica del 2024?

El mercado de vivienda en Lima Metropolitana ha experimentado un crecimiento significativo en 2024, impulsado principalmente por el segmento de vivienda social, en particular en el segmento Mivivienda, de acuerdo con la reciente información de la Plataforma del Mercado de Edificaciones Urbanas de CAPECO. La oferta habitacional en este segmento registró un aumento récord del 15.5% en el último año, mientras que la vivienda no social decreció un 7.4% y Techo Propio sufrió una caída del 50%, su peor desempeño desde 2014.

Las ventas de viviendas aumentaron un 23.3% en 2024, el mejor resultado en los últimos once años y el cuarto mejor en los veintinueve años que CAPECO lleva realizando esta investigación. El segmento Mivivienda lideró este crecimiento con un aumento del 31.0% en las ventas, seguido por la vivienda no social con un crecimiento del 15.5%, su mejor resultado en los últimos tres años.

En cuanto a la distribución geográfica, Miraflores superó a Jesús María en ventas, impulsado por el fallo del Tribunal Constitucional que permitió el desarrollo de viviendas sociales en el distrito. Otros distritos con un crecimiento significativo en ventas fueron Pueblo Libre (+53.5%), Cercado de Lima (+50.9%), Lince (37.6%) y Jesús María (+32.3%).

El mercado de vivienda en Lima Metropolitana se ha venido diversificando progresivamente por un cambio en la dinámica demográfica y de los hábitos de vida de la población, en particular en los estratos socioeconómicos medios y altos. El surgimiento de un segmento de gente joven que no quiere formar familia en corto plazo, ha generado que un 17.9% de la oferta actual este concentrada en viviendas de hasta 50 m2, aunque sólo una mínima proporción de viviendas de menos de 30 m2. La incidencia del sector socioeconómico medio en esta nueva tendencia se aprecia en que el 93.5% de las viviendas de hasta 50 m2 corresponden a Vivienda de Interés Social (VIS), con una concentración significativa en Lima Moderna y, en menor medida, en Lima Top.

Los precios por m2 crecieron por debajo de la inflación en 2024, lo que explica que el mercado de vivienda se encuentre en equilibrio, es decir en una relación oferta/venta cercana a 2. De otro lado, La altura promedio de los edificios continúa en aumento en todos los sectores urbanos de la capital, excepto en El Callao. En Lima Centro se encuentran los proyectos más altos de Lima Metropolitana.

El rango 5 del programa Mivivienda (viviendas con precios entre 355 mil y 474 mil soles) concentró el 57.8% de la oferta en los últimos dos años y el 29.6% de la oferta total de vivienda en Lima Metropolitana, con un crecimiento trimestral del 3.9% desde enero – marzo de 2023.

La relevancia de este rango en el mercado residencial es una demostración del éxito de la política habitacional que se aplica en nuestro país desde el 2002. Hasta hace poco, el Estado financiaba los créditos que se otorgaban para adquirir viviendas dentro de este rango; pero luego Mivivienda se retiró del fondeo y solo otorgaba una cobertura de riesgo por impago (una especie de seguro hipotecario).

Hoy, los créditos son otorgados con recursos de las propias instituciones financieras y el uso de la cobertura es mínimo. El único beneficio que se otorga dentro de este rango es la menor área de los departamentos (lo que calza con lo que requieren los demandantes jóvenes) y la mayor edificabilidad (lo que permite ofrecer viviendas a precios asequibles para estos demandantes). Pese a ello, existe la posibilidad de que este beneficio sea retirado en los nuevos cambios normativos propuestos por el Ministerio de Vivienda. Sería un error porque se dejaría fuera del mercado a un segmento creciente de la población y porque muchos proyectos dejarían de ser rentables, lo que afectaría sensiblemente la venta de viviendas, al punto de provocar una reversión de la tendencia al alza que se espera continuar en 2025.

También es importante que la mejora de los estándares de diseño de viviendas en el rango Techo Propio que está impulsando el Ministerio, se haga: (i) ajustando los precios de venta en función del incremento de costos que dicha mejora trae consigo; (ii) incrementando el monto de los subsidios, para evitar que el ajuste de precios implique un aumento en las cuotas mensuales del crédito, lo que sacaría a muchos demandantes del mercado; (iii) disponiendo el ajuste anual de precios de vivienda y valores de los subsidios, en función de la variación de costos de construcción, ingresos familiares y tasas de interés, de manera tal que se asegure la sostenibilidad de oferta y demanda en el largo plazo.

Por último, la reciente ordenanza de la Municipalidad de Miraflores “adecuándose” a la sentencia del Tribunal Constitucional que declara inconstitucional la paralización de obras antes de que el Ministerio de Vivienda se pronuncie en segunda instancia sobre los informes de los Revisores Urbanos, reflejaría que el conflicto por la aprobación de estos proyectos no ha terminado. Es necesario que el Ministerio agilice sus procesos de revisión de informes y de emisión de opiniones vinculantes. CAPECO ha propuesto que esta tarea sea encargada a un Comité de Expertos, que emita resoluciones administrativas, que se sustenten en procedimientos que permitan contrastar las posiciones de las partes y que pueda establecer precedentes de obligatorio cumplimiento.

5. Pacto por la construcción de una región Lambayeque más competitiva e inclusiva

El Sindicato de la región Lambayeque afiliado a la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú – FTCCP y la Asociación Regional CAPECO Lambayeque suscribieron un Pacto para la construcción de una región Lambayeque más competitiva e inclusiva. Esta iniciativa plantea doce objetivos estratégicos y busca establecer un marco de colaboración entre el sector público, el sector privado y la sociedad civil para impulsar proyectos estratégicos que fortalezcan la infraestructura, mejoren la calidad de vida de la población y promuevan un crecimiento económico sostenible y equitativo. Lambayeque, reconocida como la séptima región más competitiva del Perú y la primera del norte del país en 2023, enfrenta el desafío de traducir esta ventaja competitiva en un instrumento para alcanzar el desarrollo sostenible e inclusivo de la región. Para ello, es fundamental impulsar una agenda de política pública que promueva tanto la competitividad del aparato productivo regional como la generación de empleo formal y la atención de las brechas sociales que afectan a una parte significativa de su población.

A pesar de sus fortalezas, Lambayeque presenta debilidades en indicadores clave como el PBI per cápita, la ejecución del presupuesto público, el estado de sus redes viales, la calidad de los servicios de agua, educación y salud, la producción formal de vivienda social y la lucha contra el crimen organizado. Además, la vulnerabilidad del territorio regional ante fenómenos naturales recurrentes y emergencias sanitarias como la pandemia de COVID-19, sumada a las debilidades en la gestión pública para atender estas situaciones, exigen una acción urgente y coordinada.

Para superar estos desafíos y desbloquear el potencial de desarrollo sostenible de Lambayeque, es imprescindible impulsar la actividad constructora regional. El sector construcción, por su impacto directo en el desarrollo territorial, la infraestructura, la vivienda, los servicios públicos y la generación de empleo, se erige como un motor clave para la transformación de la región.

Cabe señalar que, este es un logro, a escala regional, derivado del trabajo conjunto desarrollado por CAPECO y la FTCCP a nivel nacional que en 2022 suscribieron un Pacto por la Construcción de un Perú Mejor, con diez objetivos estratégicos y más de 60 iniciativas de política pública para transformar la industria de la construcción en nuestro país. Con miras al inicio de la campaña electoral presidencial, ambas entidades se proponen repetir estos acuerdos en todas las regiones del país y contribuir a que estos esfuerzos de consenso de la agenda política se extiendan a otros sectores económicos.

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