Desde el 1 de enero próximo, Juan Álvarez vuelve al sillón municipal de Chancay, que cada vez concentra más atención no solo por el turismo, sino también por la construcción del terminal multipropósito de Cosco Shipping (US$ 3,600 millones) en su costa y cuyo impacto trascenderá las fronteras del país. ¿Cómo abordará el crecimiento de su distrito?
En entrevista con Gestión, el abogado y alcalde electo de Chancay (Huaral) afirmó que está a favor de la continuidad de dicho proyecto. Sin embargo, consideró urgente tomar acción respecto a ciertas inquietudes de la población para disipar las dudas y que la iniciativa termine beneficiando a todos.
Así, entre sus primeras medidas de gestión, anunció que contratará especialistas para determinar si el ruido de las detonaciones de la obra está por encima de los decibeles permitidos.
“Hay muchos inconvenientes por parte de la población. Solo hay información de una parte, pero se requiere tener especialistas para ver si se debe adecuar la Modificación del Estudio de Impacto Ambiental”, comentó a Gestión, tras mencionar que también buscará asegurar que Defensa Civil esté a disposición de la población para intervenciones rápidas en casos de rajaduras de viviendas.
Más allá de estas primeras acciones, afirmó que la elaboración del nuevo Plan de Desarrollo Urbano (PDU) del distrito será uno de los principales desafíos. Y es que, a partir del inicio de operación de dicho terminal el 2024, es consciente de que el crecimiento demográfico será notable, trayendo oportunidades, pero también retos.
“Chancay tiene 67,000 habitantes y eso se va a triplicar. Hay que tener un plan de contingencia, pensar en el servicio de agua, en hospitales, áreas de recreación”, anotó, tras mencionar que el actual plan urbano se venció en el 2019.
Por su complejidad, explicó que el nuevo plan podría estar listo en el 2024 o 2025, representando un alto costo que debería apoyar el Estado. En Chancay, recordó que el presupuesto para obras solo llega a S/ 10 millones, que es insuficiente para incorporar además el desarrollo del PDU.
Crecimiento vertical e industria diversa
Si bien precisó que las nuevas zonificaciones, densidades y otros parámetros de construcción en Chancay serán definidos en el PDU, Álvarez se mostró a favor de una expansión residencial vertical para albergar a la población que atraerá su distrito con el nuevo puerto.
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A la fecha, detalló que los parámetros solo permiten viviendas de hasta cuatro niveles.
“Creo que ya es momento de elevarlo, podría haber hasta 20 pisos. Van a venir visitantes del extranjero y de diversas industrias”, manifestó, tras mencionar que la zona norte del distrito tiene terrenos para estos proyectos, pero que los especialistas determinarán si el suelo de ese sector es el más adecuado.
Sobre el desarrollo industrial futuro en su distrito, explicó que los estudios preliminares apuntan a permitir la llegada de industria mediana. Para Álvarez, Chancay podría albergar inclusive industria pesada, pero recordó que ello será determinado en el PDU y también por la situación económica y política del país.
Comercio y hotelería
Consultado por los planes de impulso al comercio local y el turismo, el alcalde electo de Chancay afirmó que apostará por la capacitación para modernizar la oferta de servicios. Y es que, desde su punto de vista, los negocios mantienen procesos tradicionales que les impiden escalar.
En el ámbito de comercio, reconoció que el retail moderno casi no ha llegado a su distrito, más allá de algunos minimarkets. Para llegar a un mall o algún supermercado, recordó que los pobladores deben ir a Huacho.
Y en sector turismo, indicó que también promoverá la modernización de las agencias y promoverá la inversión hotelera. En ese sentido, aseguró haberse reunido con un empresario chileno interesado en instalar el primer hotel de cinco estrellas en el distrito. A la fecha, mencionó que Chancay solo cuenta con hoteles locales, con categorías menores a cuatro o cinco estrellas.
Terrenos se disparan en precio
A partir de la expansión demográfica proyectada en Chancay, Álvarez manifestó que el precio de los terrenos en las zonas agrícolas se ha multiplicado. En el 2000, una hectárea se cotizaba en US$ 20,000, pero ahora se puede encontrar en hasta US$ 500,000, según el futuro alcalde.
“Y cuando el puerto empiece a operar, el precio será aún mayor”, anotó, tras mencionar que personas naturales y empresarios se lanzan a la compra de estas propiedades para un desarrollo futuro o con fines de inversión.
Sin embargo, advirtió que estas transacciones vienen implicando la venta de acciones y derechos de tierras sin habilitación urbana, con lo que se viene sembrando nuevos problemas de cara a la futura delimitación de vías.