Persisten importantes riesgos para la minería, la inversión privada y la capacidad adquisitiva de los hogares, de acuerdo con los últimos indicadores de actividad económica nacional recogidos al cierre de junio en el ‘Termómetro económico’ del IPE.
Por un lado, la producción minera se contrajo 10.7% en mayo, una fuerte caída explicada debido al prolongamiento de las paralizaciones por conflictos sociales. Con ello, el sector acumula cuatro meses consecutivos de caídas y se ubica un 18.2% por debajo de su nivel prepandemia. En particular, la producción de cobre y oro se ubican 21.9% y 31.8% por debajo de los niveles del 2019, respectivamente.
También se observó que la recuperación del empleo adecuado en Lima Metropolitana se desaceleró entre marzo y mayo respecto al año pasado. Así, el número de puestos de trabajo adecuado se ubicó 9.3% por debajo del nivel prepandemia, lo que equivale a que más de 290 mil empleos aún quedan por recuperar solo en la capital.
Respecto al consumo de los hogares, la venta de pollo en los centros de acopio de Lima Metropolitana volvió a caer en junio (-0.9%), esto principalmente ante una nueva alza de precios (9.4%).
En tanto, el despacho local de cemento, indicador clave de la inversión privada, desaceleró su crecimiento en mayo al crecer 7.6%, cifra menor a la registrada en abril (12.7%) y marzo (9.3%) pasados. Este resultado daría una señal de desaceleración de la inversión privada.
Además, el volumen de las exportaciones no tradicionales se habría desacelerado fuertemente en abril y mayo debido, principalmente, a los menores envíos de productos agropecuarios y siderometalúrgicos. En mayo, el Banco Central de Reserva proyectó un crecimiento de apenas 3.3%, muy por debajo de las cifras registradas en meses previos.
Por su parte, el volumen de las importaciones de bienes de capital, otro indicador importante de la inversión privada se recuperó ligeramente en abril, pero creció apenas 0.6%. El lento ritmo de crecimiento respondería, principalmente, a la menor compra de maquinarias destinadas a la minería.
Pese a que la confianza empresarial mejoró ligeramente en mayo, ya acumula 14 meses consecutivos en terreno pesimista, el tramo de pesimismo empresarial más largo desde que se tiene registro.
De otro lado, la generación eléctrica aceleró su crecimiento en junio, pero mantiene su tendencia negativa del último año.
Y, por último, la inversión pública creció 12.6% en junio, impulsada por el mayor gasto de los gobiernos subnacionales (+24.3%), que contrarrestó la caída de la inversión del Gobierno Nacional (-2.35).