El Bono del Buen Pagador, o simplemente BBP, es un subsidio habitacional que permite incrementar la cuota inicial cuando se accede al Nuevo Crédito MiVivienda, para obtener un préstamo menor. Sin embargo, pese a la función que cumple, el Poder Ejecutivo no planteó asignarle recursos para el próximo año en su proyecto de de presupuesto público 2024 presentado al Congreso de la República en agosto; y, ahora en el texto recientemente aprobado -tras debate largo debate entre los congresistas- el Parlamento tampoco optó por incorporarlo.

En los últimos años, el grueso de los recursos asignados para el producto: “familias que acceden a viviendas en condiciones adecuadas” se concentraba en la selección, asignación y supervisión del Bono Familiar Habitacional (BFH), para el programa Techo Propio; mientras que los recursos para el BBP eran menores, pero se asignaban.

Por ejemplo, a inicios del 2023 el BFH contaba con S/ 985.3 millones, y con el pasar de los meses -y modificaciones presupuestarias- subió a S/ 1,090 millones. En el caso del BBP inició con S/ 75 millones, y subió a S/ 207.3 millones. Para el 2024, el reciente presupuesto aprobado contempla S/ 1,232.6 millones para el BFH, pero el BBP ni siquiera figura.

“La falta de financiamiento, inicialmente estimado en S/ 200 millones, impide el acceso a la vivienda de no menos de 10 mil familias, al empleo formal a 60 mil trabajadores directos e indirectos y la concreción de S/ 3,000 millones en inversión privada”, aseguró Guido Valdivia, director ejecutivo de la Cámara Peruana de lla Construcción (Capeco), recientemente.

Según indicó Valdivia la ausencia del BBP afectará la sostenibilidad del Fondo MiVivienda. “Sin ese apoyo, no habrán ventas. El bono habilita alrededor de 12 mil familias anuales que no tienen capacidad de acceder a un crédito”, señala a este diario.

Al respecto, Antonio Amico, presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), expresó su sorpresa ante la situación. “Hay una demanda no atendida de cerca de 190,000 unidades al año. El presupuesto tiene que ser más elevado”, mencionó.

Amico informó que han sido invitados a conversar y coordinar mañana -juntos con otros gremios empresariales- al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). “Antes de eso no quisiera hacer una declaración final. Tenemos la esperanza de poder convencer (al sector) de este tema. Al final dicen que el MEF ha dicho que no (al presupuesto para el BBP), pero entendemos que dentro del ministerio hay Economía y Hacienda, cada uno con un rol”, comentó.

En otro momento, el presidente de la asociación recordó que el titular del MEF, Alex Contreras, dijo que hay que dejarse de “pesimismo aburdo”, pero decir “esto parece irónico”. “Nosotros, los gremios, las empresas, nos basamos en hechos para avanzar”, apuntó.

Ya con el presupuesto cerrado, habría al menos dos opciones para obtener recursos para el BBP: solicitar myor presupuesto al MEF o reorientar recursos propios del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS); siendo esta segunda opción la más rápida. Para Amico, si esto demora, habría un impacto en la colocación de créditos de cara a la primera parte del próximo año.

Aunque no se había tenido una situación como esta, en la que el BBP iniciaba un año con cero soles, lo cierto es que los problemas alrededor del presupuesto para los subsidios habitacionales es un tema de cada año. En mayo del año pasado, Gestión informaba que una preocupación en ese momento -y que ya se advertía desde fines del 2021- es que el Fondo Mivivienda (FMV) ya no contaba con recursos para otorgar bonos habitacionales. Una ejecución rápida del FMV los dejó sin recursos a mitad de ese año, por lo que se tuvo que pedir presupuesto adicional.

Ya desde Capeco y los gremios inmobiliarios se ha pedido que el presupuesto que se asigna a los programas sociales se consideren inversión y no gasto; además que haya una programación clara.

Whitney Miñán – Gestión