La agencia Moody’s mantuvo con perspectiva estable la calificación crediticia de la constructora peruana Cosapi en la evaluación que realizó a la primera emisión del programa de bonos corporativos de la compañía.
Moody’s explicó que la decisión se sustentó en el posicionamiento de la empresa como unas de las más grandes de ingeniería y construcción, así como en su capacidad de contratación para ejecutar obras de gran envergadura y de servicios especializados. Al 30 de setiembre del 2023 tiene un backlog de US$ 925 millones.
A ello se suma que en el cuarto trimestre del 2023 se han incorporado nuevos proyectos al backlog para ser ejecutados en los próximos dos años. “Se recoge también la diversificación de sus operaciones entre sus tres líneas de negocios: ingeniería y construcción, servicios mineros y concesiones, así como la participación en obras públicas y APP (Asociaciones Público-Privadas), con una mínima participación en proyectos públicos (3% de su backlog)”, resaltó Moody’s.
Asimismo, consideró la reducción de su palanca contable (pasivos/patrimonio), que al 30 de setiembre de este año bajó, en línea con la amortización de la deuda, de acuerdo a los cronogramas establecidos y considerando que Cosapi está tomando deuda solo por operaciones de arrendamiento financiero de maquinaria vinculadas a contratos específicos.
Moody’s agregó que la calificación recoge el acceso a crédito que tiene la empresa, en la que mantiene líneas disponibles en el sistema financiero con compañía de seguros y proveedores por cerca de US$ 215 millones.
Lo que limita la calificación
La agencia explicó que la calificación de Cosapi se encuentra limitada por la alta dependencia de la empresa a dosservicios relevantes, que representan cerca de 75% de su backlog: el contrato de desarrollo de minas y movimientos de tierras con Shougang Hierro Perú, que significa el 100% de su línea de servicios mineros vigente hasta 2024, y la construcción de la Línea 2 del Metro de Lima, así como su participación minoritaria en el consorcio Metro de Lima Línea 2, que estará a cargo de la gestión de la concesión por 35 años, lo que representa el 29.68% de su backlog.
“Este proyecto, además, ha presentado retrasos respecto de los plazos originales estimados y ha sido sujeto de arbitrajes con el Estado Peruano, por lo que, de materializarse mayores demoras o posibles contingencias en su ejecución, podría tener un impacto negativo en los ingresos y márgenes brutos, que, dependiendo de su magnitud, podría comprometer los niveles de solvencia”, advirtió Moody’s.
Adicionalmente, se considera el riesgo de concentración de sus negocios en un contexto de lento dinamismo de la inversión privada en obras de gran infraestructura afectado por un entorno macroeconómico y político retador para los próximos meses, que ha determinado que la contratación de nuevo backlog sea menos dinámica que en periodos anteriores.
Elbacklog al 30 de setiembre del 2023 ha sido 14.38% menor que el registrado al cierre del 2022. A esto se suman retrasos y sobrecostos registrados en algunas obras. Además, algunos proyectos se encuentran en la etapa final de ejecución, lo que genera un menor margen, y afecta los ingresos y la generación de Cosapi, alertó Moody’s.
En este contexto, la generación de ebitda de Cosapi al 30 de setiembre fue de S/ 36.6 millones. Los activos totales retrocedieron 14.48% respecto al cierre del 2022, pues el avance en la ejecución de obras y el menor ritmo de reposición del backlog determinó una disminución en caja y menores saldos por cobrar relacionadas a valorizaciones y avances de obra.
Esto se contrarrestó con el incremento de los activos fijos (4.47%), debido a las adiciones de maquinaria para el desarrollo de los proyectos de minería, con financiamiento propio y arrendamiento financiero.
Los ingresos de Cosapi a setiembre fueron de S/ 864.3 millones, -34.78% con respecto al mismo corte en 2022 por retrasos en la ejecución de un proyecto del negocio de minería y por menor generación de backlog, que no permite reemplazar los ingresos de proyectos en etapa final de ejecución.
A setiembre, Cosapi registró una pérdida operativa de S/ 5.6 millones. En el 2022, el resultado operativo se vio favorecido por un ingreso extraordinario por recuperación de provisiones de deterioro de maquinaria en el 2021, que no se repitió, lo que conllevó a una pérdida neta de S/ 16.4 millones.