En Piura y la macro región norte, la demanda de lotes en parques industriales se reactivó en el último trimestre del 2022. Si bien las protestas tras el cambio de Gobierno vuelven a afectar el negocio, los meses de dinamismo del año pasado fueron suficientes para el reinicio de inversiones en Piura Futura, abriendo camino a nuevas iniciativas.
Juan Pablo Caminati, gerente general de este parque industrial, destacó que las cotizaciones y ventas de lotes se retomaron en los últimos meses del año pasado. Asimismo, se aceleró la construcción de siete nuevas operaciones o sedes de empresas que adquirieron terrenos hace dos o tres años.
“Sus inversiones habían quedado en ‘stand by’ por la situación política, pero luego han tomado la decisión de construir. Además, se concretó una venta importante en noviembre, de un lote para una planta industrial de una empresa de hidrocarburos”, comentó a Gestión.
De las siete operaciones en construcción, todas serán almacenes y centros de distribución para cuatro empresas de alimentos, dos compañías automotrices y una de construcción. Estas instalaciones iniciarán sus actividades en el próximo semestre.
Así, Piura Futura tendrá 22 empresas operando con alrededor de 2,500 colaboradores hacia fines del 2023. En temporadas pico del sector agroexportador, este parque ya alberga a cerca de 2,000 trabajadores, muchos de los cuales acuden a las plantas de empaque y congelado instaladas en el lugar.
Hasta el momento, el ejecutivo mencionó que las compañías propietarias de lotes en Piura Futura han invertido más de US$ 80 millones en la habilitación de sus instalaciones. De ese monto, cerca del 75% se habría ejecutado contratando o comprando productos de proveedores locales.
Hacia la cuarta etapa
Consultado por el avance en la colocación de lotes en Piura Futura, Caminati detalló que la etapa uno está vendida al 100%; la dos al 80%; y la tres, al 40%. En el 2023, el enfoque de la empresa será completar la comercialización de estas etapas, con miras a iniciar los trámites de la siguiente el 2024.
Entre la habilitación de la cuarta y quinta etapa, el ejecutivo estimó que invertirá alrededor de S/ 15 millones adicionales a los ejecutados anteriormente.
Dentro del parque, la compañía apunta a grandes empresas y corporaciones, con lotes de 4,000 m2 a más; pero también a pequeñas y medianas empresas, con lotes de 1,000 m2.
Socios para nuevo proyecto
Si bien la habilitación y comercialización de los lotes de la cuarta y quinta etapa de Piura Futura tomaría de tres a cuatro años más, en función a la coyuntura política; Caminati afirmó que ya estudia la posibilidad de ejecutar un nuevo parque industrial.
“Estamos viendo hacerlo de forma directa o con socios estratégicos que están interesados en replicar un modelo como Piura Futura”, anotó.
Agregó que la iniciativa se desarrollaría fuera de Piura, pero sin salirse de la macro región norte. Su ejecución podría comenzar inclusive antes de terminar la venta de todos los lotes de Piura Futura.
Protestas sociales contagian temor en el norte
Si bien las protestas sociales tras el cambio de Gobierno se concentran en el sur peruano, Caminati reconoció que Piura no es ajena a la situación de incertidumbre política, aunque no registre manifestaciones ni bloqueo de carreteras.
“Hay grupos empresariales que tienen inversiones en Piura y se pueden haber visto afectados en otras zonas como Ica o Arequipa de manera considerable. El miedo y el susto del empresariado se traslada a regiones donde no tenemos manifestaciones del calibre del sur”, recalcó.
Al respecto, Sandro Vidal, gerente de Consultoría e Investigación de Colliers International, coincidió en que el efecto de las protestas y convulsión social también se aprecia en la demanda de lotes industriales, especialmente, en aquellos destinados a instalar procesos productivos.
“La incertidumbre actual impacta en cuanto a los estimados de inicio de operaciones y cambios en el mercado en general. El efecto inmediato es la postergación en la decisión de compra (de lotes), aunque se mantienen aún las evaluaciones de las opciones”, declaró a Gestión.
La mitad de proceso de compra se aplazaría
Diego Briceño, head de Brokerage de Cushman & Wakefield, también recordó que la venta de terrenos industriales se reactivó en la segunda mitad del 2022, con la comercialización de lotes de 7 ha a más, sobre todo, en Lurín. Sin embargo, admitió que el actual contexto de protestas pasa factura a este segmento inmobiliario.
Así, del total de los procesos de compra en marcha, estimó que el 50% se prolongaría de seis meses (en situación sin conflictos) hasta los 14 meses. En tanto, el resto seguiría adelante con proyectos industriales sin mayor retraso. “Hay empresas que no se dejan influenciar por la situación política. Avanzan sin ningún problema si ya habían planificado y tenían aprobada la compra del terreno”, dijo a Gestión.
Si bien Cushman & Wakefield estimaba que la demanda de lotes industriales en Lima regresaría a niveles pre-pandemia a fines del 2023, el ejecutivo reconoció que el actual panorama hace difícil prever el desempeño del segmento en los próximos meses. No obstante, si los conflictos se atenúan, confió en que la venta se acelere. “El mercado estaba aguantado (por la pandemia y la situación política), pero ya no puede esperar más”, agregó.