A medida que pasan los años, resulta casi imposible que en una casa o departamento no se encuentren pequeñas grietas o fisuras en las paredes, columnas, losas, vigas y hasta en el techo. Esto generalmente se debe a las condiciones del clima, los daños por la humedad, materiales inadecuados de construcción, deficiencias estructurales o movimientos telúricos.
Sin embargo, es importante detallar la diferencia entre fisuras y grietas. Las fisuras son aperturas superficiales y las grietas son un daño a un elemento de la estructura que pueden afectar su funcionamiento. Los especialistas señalan que no todas las fisuras representan un peligro para las personas o ponen en riesgo las edificaciones. Por eso, es necesario desmitificar algunas creencias para poder identificarlas correctamente. A continuación, Pacasmayo explica cinco mitos sobre el tema que te ayudarán a cuidar mejor la estructura de tu casa y estar atentos para mitigar los riesgos:
- Mito 1: Las fisuras o grietas solo aparecen en los muros: Estas pueden aparecer en paredes, vigas, techos y otras superficies. Las fisuras de las paredes suelen solamente afectar la pintura, es decir, son bastante superficiales. Mientras que las fisuras en las vigas, columnas o techo, suelen ser más profundas; por lo cual es importante darle una correcta supervisión, identificar su verdadera dimensión y la causa del problema.
- Mito 2: Todas las fisuras o grietas representan un peligro: Como hemos explicado hay una diferencia entre fisuras y grietas. Las fisuras, por ejemplo, no suelen representar un peligro considerable, debido a que se deben, generalmente, a un mal proceso de pintura o por algún tipo de humedad. Por otro lado, las grietas son las que tienen un mayor espesor de entre 5 milímetros y 1 centímetro. En este caso, es recomendable repararlas, identificar su ubicación y determinar por qué se presentan. Esto debido a que podría tratarse de una falla estructural o un asentamiento del suelo en el que se encuentra la vivienda.
- Mito 3: La forma de la grieta no es importante: Existen dos tipos, las verticales y las horizontales en los muros; siendo las primeras, las que surgen por un asentamiento menor o por las cargas puntuales que puedan colocarse sobre el muro. La ubicación de la grieta y su orientación puede indicar cómo se está produciendo el asentamiento en el suelo. Por otro lado, las horizontales pueden significar un mal asentamiento de los cimientos, daños por humedad o tuberías en mal estado, o incluso debido a que el espesor del muro no es el adecuado para la carga que soporta.
- Mito 4: No hay manera de prevenir las grietas: En definitiva, el mejor método para evitarlas es asegurándose de que la construcción esté correctamente realizada con productos de calidad y siguiendo una buena técnica. Es importante contar con la experiencia y verificación de profesionales como arquitectos e ingenieros; de esta manera, se podrá garantizar que los diseños de todos los elementos sean los correctos. Por otro lado, para poder evitar la humedad o el ataque de sulfuros, se pueden utilizar cementos y materiales de construcción como bloques de concreto que sean más resistentes a estas condiciones.
- Mito 5: Una vez que aparece una grieta resulta imposible subsanarla: Es básico tener en cuenta el tipo de grieta o fisura. Las fisuras se pueden reparar con la colocación de un correcto proceso de pintura, y algunas se pueden tratar con masillas o resanadores. Sin embargo, las grietas dependiendo de su espesor deberán tener un tratamiento especial de sellado para evitar que elementos como el acero estructural se vean afectados.
Finalmente, ante la evidencia de grietas o fisuras en las estructuras de casas o departamentos, se recomienda la inspección por un especialista con la finalidad de que este determine la gravedad o la peligrosidad de esta. Igualmente, se sugiere el uso de materiales adecuados según la construcción que se busca obtener.