Para reducir la brecha de acceso al agua potable y alcantarillado en el Perú, se estima que se requiere una inversión aproximada de 120,000 millones de soles, según lo señalado hoy por Mauro Gutiérrez, presidente ejecutivo de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass). Esta cifra refleja la magnitud del desafío que enfrenta el país en términos de infraestructura de servicios básicos.
Gutiérrez destacó que la brecha económica es considerable y que, para alcanzar una cobertura adecuada de agua y saneamiento, se necesita una inversión que asciende a aproximadamente 120,000 millones de soles. Esto representa un esfuerzo colosal, que demanda una acción decidida y sostenida por parte del Estado y del sector privado.
El presidente de la Sunass también explicó que, tomando en cuenta las inversiones que se pueden financiar exclusivamente con tarifas, el ritmo de ejecución actual de 800 millones de soles al año haría que el cierre de esta brecha tomara más de 150 años, bajo la condición de que los proyectos se realicen al 100% de su capacidad y sin que la población siga creciendo.
En el contexto del Foro: ¿Cómo acelerar la inversión en saneamiento para el cierre de brecha?, Gutiérrez subrayó que uno de los retos más urgentes y de mayor impacto transformador para el Perú es la provisión de agua potable y alcantarillado adecuado para todos los ciudadanos. Resaltó que este acceso a servicios básicos no solo mejora la calidad de vida de las comunidades, sino que también influye de manera directa en su dignidad, salud y potencial de desarrollo.
El presidente ejecutivo de la Sunass también destacó una cruda realidad: a finales de 2023, más de 3 millones de peruanos carecen de acceso a agua potable. Lo más alarmante es que más de la mitad de estas personas viven en zonas urbanas, lo que refleja una inequidad significativa en la distribución de este recurso esencial.
A pesar de esta situación, Gutiérrez recordó que en las últimas décadas se han logrado avances importantes en la continuidad del servicio de las empresas prestadoras, como el aumento de la cobertura de agua potable, que pasó de 5 a más de 10 horas diarias. Además, resaltó que algunas empresas, como Sedapal, han demostrado su capacidad para generar utilidades sostenibles.
Sin embargo, el presidente de la Sunass advirtió que aún existen grandes desafíos en la ejecución de inversiones. Según el reporte de inversiones de la Sunass a junio de 2024, solo siete empresas prestadoras de servicios, como Sedapal y EPS Tacna, han sido calificadas como «Bueno» o «Muy Bueno» en términos de orden y eficacia en la ejecución de proyectos. Esta realidad exige una gestión más eficiente y estratégica de los recursos disponibles para enfrentar los retos pendientes.
Finalmente, Gutiérrez hizo un llamado urgente a la colaboración entre el sector público, el sector privado y las asociaciones para encontrar soluciones conjuntas. Subrayó la necesidad de identificar y superar los cuellos de botella existentes, mejorar la planificación y priorización de proyectos, y asegurar que cada sol invertido se traduzca en un impacto real y tangible para las personas que más lo necesitan.