La Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) ha anunciado una intervención integral en 33 quebradas del río Rímac, que abarcará un total de 63.5 kilómetros a lo largo de las provincias de Lima, Huarochirí y Callao. El objetivo de este proyecto es reducir el riesgo de desastres causados por inundaciones, particularmente durante fenómenos naturales como lluvias intensas o desbordes del río. La ANIN busca proteger estas áreas vulnerables y mejorar la seguridad de la población.

El proyecto, denominado Proyecto Río Rímac, tiene como finalidad mejorar y ampliar los sistemas de protección contra inundaciones y erosiones en las quebradas y tramos más críticos del río. Esta intervención busca mitigar el impacto de los desastres naturales sobre las comunidades que viven a lo largo del río Rímac, proporcionando un entorno más seguro y estable para las personas y las infraestructuras cercanas.

Más de 244,000 personas que habitan en zonas cercanas a la ribera del río Rímac se beneficiarán de estas obras. Estas comunidades, especialmente aquellas expuestas a los efectos de los cambios climáticos, enfrentan graves riesgos de pérdidas materiales, daños a la propiedad, afectación de servicios públicos y posibles daños físicos debido a las inundaciones y deslizamientos de tierra en la región.

Actualmente, la ANIN está elaborando el expediente técnico para este ambicioso proyecto, que tiene una inversión estimada en más de 72 millones de soles. El desarrollo del proyecto se llevará a cabo en tres etapas, siendo la primera la elaboración del expediente técnico para las cuatro quebradas que han sido priorizadas. Además, se continúa avanzando con los diseños de las 19 quebradas restantes, así como los tramos más críticos del río Rímac.

Las obras beneficiarán a varios distritos de la región, como Santa Cruz de Cocachacra, Santa Eulalia, San Bartolomé, Ricardo Palma, Ate, Lurigancho – Chosica, Chaclacayo, San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres, El Agustino, Lima Cercado, Rímac y Carmen de la Legua Reynoso. Esta intervención tendrá un impacto directo sobre la vida de miles de personas, especialmente en los distritos más vulnerables a las inundaciones.

Hernán Yaipén, jefe de la ANIN, destacó la importancia de este proyecto para la seguridad y el bienestar de las poblaciones vulnerables en la zona. «Es un compromiso de esta gestión trabajar en proyectos que garanticen la seguridad y el bienestar de la población, brindando una intervención integral que cumpla con los estándares de gestión ambiental y proteja a los ciudadanos frente a fenómenos naturales», afirmó.

En el marco de una colaboración interinstitucional, el equipo técnico de la ANIN, junto al Consorcio Soluciones Integrales Rímac (CSIR), ha llevado a cabo reuniones de socialización con asociaciones de propietarios y residentes en el distrito de Lurigancho-Chosica, así como con el alcalde distrital, Oswaldo Vargas. Durante estas reuniones se presentó el diseño de las cuatro quebradas priorizadas: Carosio, La Libertad, Mariscal Castilla y Santo Domingo.

En cuanto a los proyectos previos de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), se precisó que, bajo el Decreto de Urgencia N° 0015-2023, que estará vigente hasta mayo de 2024, se estaba trabajando en 21 quebradas. Sin embargo, la ANA decidió cerrar estos proyectos para evitar duplicidades de inversión y liberar estos territorios para ser incorporados dentro del alcance del Proyecto Río Rímac, que está bajo la responsabilidad de la ANIN.

Cabe señalar que de las 21 quebradas iniciales, la quebrada Río Seco no forma parte de la cuenca del río Rímac, sino que pertenece a la cuenca del río Lurín. Por otro lado, 10 de las quebradas ya se encuentran dentro del alcance del proyecto de la ANIN, y se iniciarán los procedimientos necesarios para incorporar las 10 quebradas restantes, siempre que se cumplan los requisitos establecidos por la normativa del Invierte.pe.

El Proyecto Río Rímac se centrará en el desarrollo de un diseño definitivo para una intervención integral que aborde los peligros derivados de las inundaciones y otros fenómenos climáticos extremos, todo ello sin comprometer la protección del medio ambiente. La ANIN reafirma su compromiso con la mejora de la infraestructura y la reducción de las brechas en la protección de la población más vulnerable, a fin de garantizar su seguridad ante los riesgos naturales.

Este esfuerzo busca transformar la infraestructura de la región y ofrecer una solución sostenible para las comunidades a lo largo del río Rímac, mejorando su resiliencia ante desastres naturales y contribuyendo al bienestar general de la población.