Con la creciente preocupación por el impacto ambiental y los costos operativos, el sector construcción está adoptando prácticas que benefician tanto al medio ambiente como a la economía de los residentes. Es fundamental desarrollar proyectos que no solo sean habitables, sino también responsables con el medio ambiente y eficientes en términos de consumo energético.

Según Laly Balta, Sub-Gerente de Arquitectura Sostenible en Besco, la implementación de tecnologías y prácticas eficientes están transformando la manera en que se conciben y construyen las edificaciones residenciales. «Actualmente, existe una amplia gama de soluciones que contribuyen significativamente a la reducción del consumo energético y los costos de mantenimiento, mejorando simultáneamente la calidad de vida de los residentes», señala.

Tecnologías que marcan la diferencia

Se están utilizando materiales de alta tecnología y asequibles en paredes, techos y suelos para reducir la transferencia de calor y frío, mejorando así la eficiencia energética al disminuir la carga térmica sobre los sistemas de calefacción y refrigeración. Un ejemplo de esto es la implementación de materiales con una reflectancia igual o mayor a 60%.

Los vanos de alto rendimiento también juegan un papel crucial. La implementación de ventanas y puertas con vidrios de baja emisividad, marcos aislantes y sistemas batientes minimiza las pérdidas térmicas en invierno y el ingreso del calor en verano, manteniendo temperaturas interiores confortables con menor consumo energético.

El diseño arquitectónico optimizado, considerando la orientación del viento y el asoleamiento, permite aprovechar al máximo la iluminación y ventilación natural. «Esta estrategia reduce significativamente la dependencia de sistemas mecánicos de climatización», explica Balta.

Sistemas inteligentes y energías renovables

La gestión energética inteligente y la iluminación de bajo consumo están revolucionando el control del gasto energético. Se están implementando sistemas de control de iluminación inteligente con sensores de movimiento y temporizadores en áreas comunes que ajustan automáticamente el nivel de luz según las necesidades; así como sistemas de monitoreo en tiempo real, que optimizan el consumo y reducen el desperdicio.

La integración de energías renovables, como paneles solares fotovoltaicos, sistemas de energía eólica de pequeña escala y sistemas de cogeneración, está ganando terreno en el sector. «Estas tecnologías permiten generar electricidad limpia in situ, reduciendo la dependencia de la red convencional y los costos operativos a largo plazo», destaca la arquitecta.

Impacto en la economía familiar

El resultado de implementar estas tecnologías se refleja directamente en la reducción de costos para los residentes. La combinación de equipos de alto rendimiento energético y prácticas sostenibles puede generar ahorros significativos en las facturas de servicios.

«La educación y capacitación de los residentes en el uso eficiente de estos sistemas es fundamental para maximizar sus beneficios. Cuando los usuarios comprenden y aprovechan adecuadamente estas tecnologías, los ahorros pueden ser sustanciales. A través de nuestros programas EcoBesco y WASI (de sostenibilidad y convivencia, respectivamente), promovemos prácticas ecoamigables entre los propietarios para fomentar una mayor conciencia ambiental”, concluye Balta.

La transformación hacia edificaciones más eficientes está estableciendo nuevos estándares de sostenibilidad en el sector que benefician tanto a los residentes como al medio ambiente. La eficiencia energética es clave para un futuro sostenible y, a su vez, mejora la calidad de vida al ofrecer espacios más cómodos y saludables. En este contexto, es fundamental que tanto desarrolladores como propietarios adopten tecnologías y prácticas que promuevan un uso responsable de la energía.