Un conflicto ha estallado entre los vecinos de La Molina, quienes se oponen a la venta del cerro La Rinconada del Lago. Si se urbaniza, se estima que hasta 11,000 familias podrían habitar los 870,000 metros cuadrados que abarca el terreno. Los residentes, que han vivido en el distrito por más de 30 años, han protestado con el lema «No al cambio de zonificación».
Los vecinos argumentan que el acceso al distrito es complicado, ya que solo cuentan con dos vías principales: la avenida Javier Prado y el Cerro Centinela. Ambas son puntos críticos de congestión vehicular, lo que agrava la situación del tráfico en una zona que alberga 47 urbanizaciones, 30 colegios, al menos 4 universidades y 4 centros comerciales.
La situación actual del distrito, según los propios habitantes, es muy distinta a la que conocieron hace años, y temen que la urbanización del cerro empeore aún más las condiciones de vida en la zona.
En 2009, Raúl Elmer Estupiñan Pereda, Edwin Edgardo Reyes Ugarte y José Antonio De La Gala Zerillo realizaron la compra del cerro a Paulino Azcarruz Pacheco por 20,000 soles, según registros de SUNARP. La transacción se llevó a cabo en una notaría ubicada en Yurimaguas, en la región Loreto, que actualmente ya no existe.
Los nuevos propietarios del cerro tienen registrada su dirección en Huacho, según la información de Reniec. Según proyecciones de la municipalidad de La Molina, si se permite la urbanización, se estima un aumento de más de 4,000 vehículos en una zona ya congestionada.
Aunque el cambio de zonificación podría ser aprobado si cumple con los requisitos técnicos, la Municipalidad de La Molina se ha manifestado en contra de la construcción de casas y comercios en el cerro. La decisión final recaerá en la Municipalidad de Lima a través del Instituto Metropolitano de Planificación.