Tomás Delgado, gerente general de Transportadora de Gas del Perú (TGP), señaló que es fundamental desarrollar una extensa red de gasoductos para llevar el gas natural (GN) a más regiones del país. A pesar de contar con este recurso valioso, el Perú se encuentra rezagado en infraestructura de transporte en comparación con otros países. Como ejemplo, mencionó que Argentina cuenta con 20,000 km de gasoductos, Colombia con 7,000 km, y Bolivia con 4,000 km, mientras que el Perú no alcanza los 2,000 km, lo que limita el acceso al GN a solo el 25% de la población.
Delgado subrayó que, aunque el transporte por ductos no es la única opción, es la que ofrece mayor competitividad al permitir la distribución de gas natural a precios más económicos, de manera segura y confiable. «No podemos esperar a que la demanda surja en las regiones para construir los ductos; debemos fomentarla. Las industrias se concentran en Lima porque allí hay gas natural. Si queremos diversificar la economía, necesitamos una política energética equilibrada y expandir el acceso a energía barata en más regiones», afirmó.
En sus 20 años de operación, TGP ha alcanzado un factor de disponibilidad del 99.99%, lo que significa que ha operado de manera ininterrumpida uno de los gasoductos más complejos del mundo. Delgado atribuye este éxito al uso de tecnología avanzada, la especialización de su equipo humano, y la inversión anual de US$100 millones en mantenimiento, entre otros factores.
Por su parte, Enrique Martínez, gerente senior de Nuevos Negocios y Relaciones Institucionales de TGP, destacó que el principal desafío para la masificación del gas natural en el Perú no reside en la oferta, sino en la demanda. Según Martínez, cada día se reinyectan 300 millones de pies cúbicos de gas a Camisea debido a la falta de demanda, situación que está directamente relacionada con la insuficiente infraestructura para transportar GN a otras regiones.
Martínez añadió que la mejor forma de generar demanda es impulsar proyectos que requieran un consumo a gran escala, como los petroquímicos u otras industrias. Esto no solo aumentaría la demanda, sino que también fomentaría un círculo virtuoso que beneficiaría el desarrollo y el crecimiento económico del país.
En resumen, ambos ejecutivos de TGP coinciden en la necesidad de una estrategia más agresiva para expandir la infraestructura de gas natural en el Perú, con el fin de impulsar el crecimiento económico en regiones fuera de Lima y diversificar la economía nacional.